El gobernador de Lara, Henri Falcón, se pronunció contundentemente sobre la amenaza que el presidente Nicolás Maduro lanzó sobre la empresa Hidrolara el pasado martes en horas de la noche en cadena nacional, durante la cual asomó abiertamente la posibilidad de intervenir la hidrológica del estado ante un supuesto «sabotaje» al inicio de actividades de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), por no contar con la conexión para el servicio de cloacas y agua potable.
«Le pasaron una bola bajita a Nicolás y le metieron un strike. Ayer quisieron convertir en un tema político algo que era meramente técnico y por eso tuvieron que mandar al Ministro del Ambiente para que les viniera a enmendar la plana. No existe una comunicación de la UNES ni del Ministerio a Hidrolara o a la Gobernación sobre el caso», expresó.
«Lo que sí existe es un incumplimiento del convenio de la garantía de servicio otorgada por la hidrológica al Consorcio Delta 2011, empresa de Caracas encargada de los trabajos de la universidad, explicó el mandatario regional, dejando en claro que no existen elementos técnicos que ameriten una intervención del Gobierno Nacional», añadió.
Detalló que cada vez que una empresa, pública o privada, desea levantar o ampliar una obra de infraestructura debe solicitar ante el ente rector de la red de aguas blancas y servidas la garantía del servicio, y precisamente eso fue lo que no hizo en su debido momento la UNES, lo que trajo como consecuencia un manejo inadecuado del colector de aguas servidas, una contaminación pública por cloacas desbordadas y el retraso en la puesta en funcionamiento de sus propias instalaciones.
«Aquí no hay saboteo de nada, desde Lara les decimos que en la Gobernación sí obramos en función de alcanzar los objetivos y tenemos que ceñirnos estrictamente a los protocolos de carácter público de la empresa y a la planificación».
«Nunca habíamos visto una protesta por aguas negras desbordadas en la avenida Argimiro Bracamonte. Los vecinos de la zona en construcción comenzaron a quejarse porque el colector quedó prácticamente destruido y fue cuando Hidrolara, atendiendo una denuncia de la comunidad, inició un acercamiento para advertir sobre la irregularidad e invitarles a que tramitaran legalmente sus conexiones.
No obstante, y pese a la disposición de Hidrolara de actuar como ente inspector de los trabajos, la constructora ejecutó mal los trabajos al punto de conectar las aguas negras de los edificios cercanos al drenaje de agua de lluvia. «En vez de resolver la situación, generaron un problema ambiental. De eso sí debió haber estado pendiente el ministro y de eso no dijo nada», acentuó Falcón.
«La rectora de la UNES sí conocía el caso, tanto así que su firma está en el convenio de garantía de servicio. Pero prendió el alboroto y por eso digo que le pasaron bola baja a Nicolás. Quisieron hacer de esto un problema político y es un problema técnico y administrativo, donde ha predominado la negligencia y la falta de voluntad política de ellos», agregó el gobernador progresista.
Como toda garantía de servicio, la entregada a la UNES estaba sujeta a ciertas condiciones. En este caso, era la construcción de 150 metros lineales de colector de aguas servidas de 12 y 16 pulgadas, y la construcción de un acueducto de 6 pulgadas, obras que no han terminado de ejecutar. «No vinimos a la política a hacer enemigos pero tampoco vine a la administración a trabar. Nosotros nos suscribimos a la orden de la unes y del ministerio», puntualizó Falcón.
«Aquí ellos saben que cuando vienen Lara no nos van a conseguir fuera de base. ¿Quieren apoderarse de Hidrolara como lo hicieron con la Flor? Háganlo. Yo lo lamentaría por los trabajadores porque hay un equipo humano valioso que trabaja en condiciones adversas a diferencia de como lo hacia el gobierno anterior».
Fuente: EU