Hénderson Álvarez dejó una grata impresión en su primera temporada como miembro de los Marlins de Miami en 2013. Después de perderse los primeros 83 partidos por una lesión en el hombro, el derecho mostró récord de 5-6 y 3.59 de efectividad en diecisiete salidas, incluido un juego sin hit ni carrera en el último choque de la campaña regular.
Quienes pudieron observar de cerca al venezolano justificaron ese buen desempeño con su capacidad para inducir roletazos de los rivales. La campaña anterior sacó 53.5 por ciento de sus outs a través de rollings; es decir, los rivales poco le levantaron la bola. Según el sitio oficial de los peces, ese es el tercer mejor porcentaje en la historia de la franquicia (con un mínimo de 100 IL).
Corrobora esta estadística el hecho de que Álvarez solo toleró dos vuelacercas en 102.2 IL. Fue líder en este renglóon en la Liga Nacional.
“Es una mezcla entre su recta de cuatro costuras y la de dos costuras. Para él son dos pitcheos completamente diferentes. Muchos tienen una recta de dos costuras similar al de cuatro. Él puede localizar su envío rápido en ambas esquinas y abajo. Los rivales piensan que será un pitcheo plato y por el medio, se cae y batean un rolling”, explicó ayer Jeff Mathis, receptor de los Marlins al Sun Sentinel.
Estos pitcheos que sacan roletazos de sus rivales es una buena ayuda para Álvarez, tomando en cuenta que no es un pitcher que ponche a muchos rivales. El año pasado solo abanicó a 57 rivales (5.00 K/9IL), siendo esta la segunda cifra más baja en el viejo circuito. He allí la importancia de provocar esos batazos.
“Esto muestra lo bueno que puede ser. Todos lo hemos visto. No va a lanzar no hitter todos los días, pero va lejos en los partidos”, agregó Mathis.
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