El tener sexo en un lugar que no sea la cama es bastante excitante, ya que te anima a probar nuevas posturas y a divertirte de forma diferente, la próxima vez que lo hagas, ¡usa una silla! puede ser la del comedor, la de la sala, la de tu oficina… ¡ponte creativa y goza sin parar!
La silla sexy
Dile a tu hombre que se siente con la espalda bien recta contra el respaldo y los pies sobre el suelo. Colócate frente a él con las piernas abiertas y móntalo. Sentirás delicioso porque su miembro llegará justo al punto G.
Orales deliciosos
Siéntate en una silla con las piernas abiertas. Él, hincado, deberá besar tu clítoris tan profundamente que te haga tocar el cielo. No dejes que te penetre con los dedos o con la lengua, enfócate en sentir las caricias sólo ahí y alcanza uno de los mejores orgasmos de tu vida para seguir con el plato fuerte.
Cuclillas deliciosas
En una silla amplia, dile a tu chico que se siente con los pies en el piso. Luego, súbete sobre él en cuclillas y pon tus pies sobre la silla. Deja que te penetre. Sube y baja como si estuvieras haciendo sentadillas y cada que esté dentro de ti, aprieta un poco la vagina para que él sienta más… ¡te fascinará la profundidad que alcanza!
Rodéalo
Siéntalo en la silla y rodéalo con tus piernas, como si estuvieras abrazando el respaldo de la silla con ellas. Velo a los ojos mientras los dos alcanzan el orgasmo.
De espaldas
Posiblemente, una de las posiciones preferidas de ellos. Dile a tu chico que se siente con la espalda bien derecha sobre el respaldo y súbete sobre él de espaldas. Sube y baja usando tus piernas. Si te colocas frente a un espejo de cuerpo completo te podrás dar cuenta de todo el éxtasis que siente… ¡uuuufff!
Fuente: Veintitantos