“Los chichones son hematomas o colecciones de sangre que se producen posterior a un traumatismo independientemente de la intensidad de éste. Es la acumulación de sangre por fuera del hueso y por dentro del cuero cabelludo denominado: hematoma subgaleal, que es conocido coloquialmente como chichón”. Así lo declaró el pediatra neurólogo, José Moreno.
El problema del chichón es inherente a la intensidad y el impacto del traumatismo del golpe que recibe el niño, y la extensión del hematoma va a ser directamente proporcional a la intensidad del golpe y de la caída; por esta razón hay que tomar en cuenta el tipo de caída que sufrió el niño en vez del hematoma como tal.
Los chichones son frecuentes en niños que están aprendiendo a caminar porque conservan torpezas motoras haciendo que se caigan con frecuencia de cabeza.
Sin embargo no representan un riesgo a la salud del menor: sólo hay que colocarle hielo o criogel para mejorar la temperatura alrededor de seis horas, evitando masajear el área afectada ya que se pueden complicar un poco más el cuadro.
En conclusión, los chichones son más un problema estético que un factor de riego a la salud.
Los más propensos a tener chichones son los niños que están empezando a caminar que tienen entre 12 y 14 meses.
Aunque no son riesgosos, solo hay que estar pendiente de cómo marcha el niño con otras indicaciones médicas ajenas al chichón.
Atusalud
Por Confirmado: MariGonz