Hace un año cambiar el aceite del motor de su vehículo le costaba a Juan Burgos 900 bolívares. No tenía un día fijo programado para hacerle ese servicio a su carro. Lo hacía cuando el apretado horario de su trabajo se lo permitía. Pero las cosas han cambado. Ahora pasa días enteros dedicado a la búsqueda de algún lugar donde tengan todos los suministros necesarios, y si lo consigue debe pagar hasta tres mil 500 bolívares. Lo que representa un incremento de casi el 300%.
La escasez de lubricantes automotor es un hecho innegable. Negocios pequeños y grandes la padecen. Y los usuarios han tenido que ajustar sus presupuestos. El mercado negro se ha sabido lucrar de esta crisis. Un litro de aceite semi sintético, que está tan desaparecido que ni proveedores formales tienen en inventario, es distribuido por vías irregulares en 700 bolívares a dueños de los locales. Para los clientes, el precio estimado es de 900.
El de tipo mineral es el único que ofertan los comercios que se dedican a la venta de estos productos. Por un cambio de este aceite hay que pagar alrededor de mil 500 bolívares, con filtro y mano de obra incluidos. Hasta diciembre de 2013 el precio de este servicio no llegaba a los 600 bolívares.
Dayrí Blanco
EL CARABOBEÑO