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Cecilia Caicedo, de 43 años, recibió un disparo en la cabeza y otro en el pecho cuando estaba parada en la puerta de su casa, ubicada en el sector Río Cristal de la carretera Caracas-Los Teques, la noche del martes.
Quienes le dispararon fueron dos sujetos que tenían varios minutos dando vueltas en moto, buscando al hermano de ella. Como no lo consiguieron, le dispararon con saña.
Mileidis Flores, hija de la mujer, detalló el hecho.
Explicó que presumen que esos pistoleros que le quitaron la vida a su madre son los mismos que días atrás habían peleado con su tío, llamado Gustavo Caicedo, durante una fiesta en el barrio.
Ese día, Gustavo les quemó una moto a los sujetos y estos juraron vengarse.
Por ese hecho, se tuvo que ir de la zona porque ya lo tenían amenazado de muerte.
Cecilia fue la novena mujer asesinada este año en la Gran Caracas.
Otra fémina víctima fue identificada como Jhoanna Chicco, de 41 años.
La encontraron muerta frente a una tienda Farmatodo ubicada en la calle Lebrún de Petare, en horas de la madrugada del martes. Presentó dos impactos de bala en la cabeza.
Familiares de la mujer indicaron que estaba haciendo cola para comprar al día siguiente, pero llegaron hampones y la asesinaron.
«Estaba en situación de calle por su mala conducta, era muy violenta. Trabajaba con los bachaqueros y se ganaba la vida a así. No sabemos qué pasó», dijeron los deudos.
Crimen colectivo
Cristian José Jiménez, de 25 años, fue golpeado brutalmente y luego le pasaron una moto por encima, la mañana del lunes, cuando caminaba por la redoma de Propatria.
La familia no sabe con exactitud lo que pasó, solo que fue sometido por un grupo de personas que lo golpeó salvajemente con un listón de madera, y luego le pasaron una moto por encima. Eso dijeron testigos.
El joven quedó agonizante y fue auxiliado. Lo trasladaron al hospital Periférico de Catia y como no había insumos para hacerle una tomografía, la familia lo llevó a una clínica privada.
Luego fue ingresado en el hospital Pérez Carreño, donde falleció el martes. Era lunchero en un local de comida en Catia, y el lunes cuando lo atacaron iba para su trabajo. Los deudos creen que lo mataron por celos, pues era mujeriego y tenía siete hijos.
Presumen que hombres celosos decidieron unirse y quitarle la vida.
EU