«Buenos días a todos, no venimos a robar a nadie, solo venimos a pedir una colaboración porque nos mataron a un compañero del barrio y la familia no tiene dinero. Así que vamos a pasar por sus puestos recogiendo. Abran sus carteras», dice un joven al montarse en un autobús cualquiera. Con él van otros dos sujetos que se distribuyen por el pasillo de la unidad.
A esto se enfrentan todos los días los pasajeros de las principales rutas de unidades colectivas en Caracas.
Se trata de un asalto que pretenden justificar con falsas tragedias. Como es un delito que no se denuncia, las policías no llevan un registro específico.
Lo que sí saben, es que se trata de jóvenes entre 15 y 25 años, que abordan los autobuses para someter a los viajeros.
Su aspecto físico es desagradable, usan un lenguaje desafiante y generalmente andan muy nerviosos y apurados.
Así lo describen los propios choferes, quienes se encomiendan a Dios cada vez que salen de sus casas a trabajar.
«Este es un trabajo difícil, porque nadie sabe qué nos puede pasar. Han matado a muchos compañeros y a pasajeros en estos asaltos», destacó Gregorio Contreras, chofer de la ruta Petare-Chacaíto.
A estos grupos de delincuentes los llaman «Los Charleros», porque todas las historias que relatan son falsas.
Además de los supuestos asesinatos de amigos, hay quienes dicen que acaban de salir de la cárcel y necesitan sustento o, siendo más crueles, son directos para robar.
«Buenas tardes señores pasajeros, no estamos robando solo pedimos colaboración. Agradecemos vayan teniendo en sus manos billetes de 100 bolívares. Gracias y no se asusten».
Esto es lo más actual que han implementado: poner cuotas específicas.
Son pocos los que muestran armas de fuego o cuchillos.
A juicio de los funcionarios policiales, estos sujetos prefieren implementar la presión psicológica porque se les hace más factible, a través de la palabra, someter a los pasajeros.
«Lo que hemos recomendado, porque sabemos que hay mucha gente afectada, es que los pasajeros que sean víctimas avisen a la policía para poder tomar acciones», dijo el funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Así mismo, destacó que los choferes deben notificar cualquier irregularidad en las rutas, porque ellos también tienen corresponsabilidad.
Un plan que no prosperó
De aquel plan Ruta Segura que implementó el gobierno nacional, en junio de 2008, solo queda el recuerdo.
Fue el fallecido presidente Hugo Chávez, quien lanzó a 370 funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana a la calle, para que abordaran los autobuses de 10 rutas urbanas y suburbanas en la Gran Caracas, y así disminuir los índices delictivos. Eran dos militares por unidad colectiva.
Su funcionamiento se extendió por varios meses. Luego, no hubo más presencia militar en las rutas.
Ante esto, no solo «Los Charleros» atacan, sino que bandas organizadas secuestran choferes para despojarlos de las unidades y luego pedir rescate.
DEIVIS RAMÍREZ MIRANDA
EL UNIVERSAL