¿Un paso importante y sincero para la reconciliación interna palestina o un anuncio de cara a la galería (egipcia) y producto de la enorme presión económica (del presidente y líder del rival Al Fatah Abu Mazen)? Ésta es una de las preguntas- aún sin respuesta- que derivan del dramático anuncio del grupo islamista Hamas según el cual desmantelará su Comité Administrativo (Gobierno en la sombra) que rige la Franja de Gaza y aceptará la celebración de elecciones en la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
«Estamos dispuestos a aceptar el llamamiento egipcio para dialogar con Al Fatah en lo que respecta al mecanismo para la aplicación del Acuerdo de El Cairo del 2011», señala Hamas en alusión al pacto de reconciliación no consumado. El movimiento islamista pide el diálogo de todas las facciones palestinas para «la creación de un Gobierno de unidad nacional», agradece la mediación egipcia y apoya nuevos comicios.
Precisamente las últimas elecciones generales en Cisjordania y Franja de Gaza hace once años que dieron la victoria de Hamas sobre Al Fatah desembocaron en un encarnizado y largo enfrentamiento público entre los dos principales grupos palestinos. Un año después, en el 2007, Hamas tomó el control absoluto de Gazatras expulsar por la fuerza a los efectivos leales de Abu Mazen. Desde entonces, los intentos de reconciliación entre Hamas (Gaza) y Fatah (Cisjordania) han registrado sonoros fracasos dando lugar a una persecución mutua (redadas, acusaciones, amenazas, etc..) en ambos territorios.
«(Hamas) invita al gobierno de consenso encabezado por Rami Hamdallah (primer ministro de la ANP con base en Ramala) a venir a la Franja para llevar a cabo su misión y su deber de inmediato», señaló el comunicado de este domingo tras maratonianas negociaciones en El Cairo. El desmantelamiento del control gubernamental de Hamas en Gaza ha sido siempre una de las condiciones de Abu Mazen para la reconciliación con un grupo al que solía acusar de «perpetrar un golpe en Gaza».
Hamas creó la comisión administrativa-gubernamental el pasado mes de marzo ante lo que consideraba nula atención (básicamente en presupuestos) que Gaza recibía del Gobierno de unidad al dedicarse sólo a Cisjordania. El grupo integrista señaló que los miembros de su Comité no forman un Gobierno alternativo sino actúan sólo para coordinar y resolver problemas civiles y administrativos. Al Fatah, sin embargo, lo veía como la continuación en la sombra del Gobierno islamista que debía ser desmantelado completamente en 2014 tras la formación del nuevo ejecutivo de unidad nacional que no trajo ni unidad ni reconciliación.
Presión de Abu Mazen a Hamas
Una de las medidas más polémicas y drásticas tomadas por el octogenario líder palestino contra el régimen de Hamas fue recortar en un 40% el pago del suministro israelí de electricidad provocando un aumento de las horas bajo apagón de los dos millones de habitantes. Abu Mazen e Israel denunciaron que Hamas dedica gran parte de sus recursos a su brazo armado y no a los ciudadanos de Gaza. El gabinete israeli redujo el suministro tras la decisión de Ramala. Otra sanción de presión de Abu Mazen fue recortar el sueldo de funcionarios de la ANP en Gaza. La crisis de electricidad ha sido ligeramente aliviada aunque de forma insuficientecon la compra de combustible procedente de Egipto. El anuncio de este domingo allana el camino para el levantamiento de las medidas de Abu Mazen que agravaron la situación en Gaza.
La reacción de Al Fatah al anuncio de Hamas ha sido de precaución y tímido optimismo. «Si éste es el comunicado de Hamas, entonces se trata de una señal positiva», ha afirmado uno de sus dirigentes Mahmud Aloul a la emisora palestina que aconseja esperar para sacar conclusiones. Fuentes del grupo nacionalista palestino no descartan que el presidente reconsidere sus medidas económicas si realmente Hamas «disuelve su Gobierno en la sombra y el poder en Gaza vuelve a manos de la ANP».
Abu Mazen se encuentra en Nueva York donde tiene previsto reunirse con el presidente estadounidense Donald Trump y realizar un discurso en la Asamblea Anual de la ONU. El objetivo es exigir una mayor intervención para reactivar las negociaciones con Israel basándose en la solución de dos Estados con Jerusalén Este como capital de la futura Palestina y el fin de la construcción en los asentamientos en los territorios ocupados en la guerra del 67.
No está previsto que Abu Mazen anuncie un acuerdo con Hamas en los próximos días. Y más teniendo en cuenta su próxima reunión con Trump y el hecho que para EE.UU, al igual que para Israel y la UE, Hamas es un grupo terrorista.
La reconciliación interna es una noticia muy esperada desde hace tiempo por los palestinos hartos por un lado de la división interna y por otro de las escasas expectativas de futuro en una Franja acuciada por la crisis energética y un paro cercano al 50% y en una Cisjordania donde ven las colonias israelíes como el gran obstáculo para la paz y la continuidad territorial de su futuro Estado.
Una de las claves para saber si los palestinos vuelven a la senda de la reconciliación o se trata de un mero gesto táctico para aliviar la presión política y económica es si Hamas renuncia al control de los puestos fronterizos de la Franja de Gaza tal y como exigía Abu Mazen y la comunidad internacional. El grupo que lidera Yahiya Sinwar en Gaza estaría ahora dispuesto a una supervisión mixta en los controles de las fronteras con Israel y Egipto así como la cooperación para la formación de un unificado cuerpo policial. Abu Mazen exige la devolución del control administrativo y de seguridad en un territorio que no pisa desde el 2007.
Más allá de dar un paso hacia el fin de la división interna y aliviar la presión económica que ahoga a Hamas y a Gaza, el anuncio de este domingo busca mejorar las sensibles y complejas relaciones con Egipto de un grupo que tiene su base regional en Catar.
La decisión de Hamas reduce de forma significativa la tensión con Al Fatah pero la amarga experiencia de la última década no invita a pensar en una reconciliación plena e inmediata.
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