José Manuel Febres está jubilado desde hace varios años de la Policía del estado Anzoátegui (Polianzoátegui) y se dedicó a cuidar a su familia. Ayer al mediodía, buscaba latas de aluminio para una nieta y halló dos cadáveres en el hombrillo de la autopista Barcelona-Anaco.
Febres contó que salió de su residencia, ubicada en la calle Principal del sector 2 de Barbacoa, zona rural del municipio Bolívar, a recorrer un tramo de la carretera para buscarle unas latas de aluminio a su nieta, quien tenía que presentar un proyecto en la escuela.
Iba en su carro Chevrolet Malibú del año 77, acompañado de otro nieto de 9 años de edad. Después de rodar unos 10 minutos desde el puente de Barbacoa (sentido Barcelona-Anaco) decidió girar en U, en un retorno cercano.
Cuando hizo la maniobra, se pegó del hombrillo y el muchacho le dijo a su abuelo que había visto dos vacas muertas en la orilla de la vía.
Ambos se bajaron del vehículo y se percataron de que lo que había allí eran los cadáveres de dos hombres en avanzado estado de descomposición.
El niño corrió despavorido y se volvió a subir al auto, mientras que el hombre se acercó un poco más y vio varias conchas de balas tiradas alrededor de los cuerpos.
Parte a las autoridades
El abuelo y su nieto regresaron a su residencia y de allí llamaron a un efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quien les recomendó que acudieran al punto de control del peaje para que notificaran a las autoridades.
Así lo hicieron y los militares avisaron a los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Los sabuesos llegaron al lugar y recolectaron más de 20 conchas de proyectiles, calibre 5.56 y 9 milímetros.
Los hombres muertos apenas llevaban puesta ropa interior y no portaban ninguna identificación.
Policía científica levantó cadáveres y los trasladó a su sede en BarcelonaFoto: José Morales
Mariví Matute
El Tiempo