Un equipo internacional de científicos ha descubierto una nueva especie de esponja marina: una esponja de cristal bautizada como Sympagella delauzei. El nuevo ejemplar mide entre 8 y 14 centímetros y se encuentra en profundidades entre 350 y 500 metros.
El descubrimiento ha sido una sorpresa porque las esponjas de cristal suelen vivir en áreas frías como las aguas polares o las grandes profundidades marinas, mientras que en el Mediterráneo, incluso en sus zonas más profundas, la temperatura del agua no suele bajar de los 13 grados centígrados.
La investigación, liderada por la especialista en esponjas Nicole Boury-Esnault, se ha hecho en colaboración con científicos del Instituto Mediterráneo de Biodiversidad y Ecología Marina y Costera de Marsella (Francia), de la Universidad de Victoria en la Columbia Británica (Canadá) y de la ONG Oceana.
El trabajo, publicado en la revista Journal of the Marine Biological Association of the United Kingdom, también detalla el reciente hallazgo de algunos ejemplares de esta nueva especie en zonas atlánticas cercanas, aunque es posible que su distribución incluya otras áreas, como el norte de África y la Macaronesia. «Estos descubrimientos, junto a la revisión de especies de esponjas de cristal del Mediterráneo, nos indican que hay que tener en cuenta este mar a la hora de proteger las agregaciones de esponjas», explica Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana y coautor del estudio.
De hecho, puntualiza Aguilar, «estudios previos han demostrado que las esponjas de cristal son una fuente muy importante de silicio, uno de los nutrientes básicos para los océanos».
El artículo también revisa la distribución en el Mediterráneo de cerca de una decena de especies más, incluyendo algunas que llegan a superar el metro de altura. La presencia de la nueva especie de esponja cristal da aún más valor a aquellos lugares donde ha sido encontrada, como el cañón Valinco de Córcega o los bancos de Avempace, Avenzoar, Catifas, Cabliers, Tofiño y Chella en Alborán.
Esta última elevación marina, también conocida como «Seco de los Olivos», ha sido estudiada por Oceana durante siete años y ha sido recientemente declarada Lugar de Interés Comunitario por el Gobierno a través del proyecto europeo Life «Indemares».
Fuente: Espectador