Podrías tener una buena razón para apurarte con el juego previo, pero la realidad es que, entre más rápido llegues al sexo, menores serán tus probabilidades de llegar al orgasmo. Este hábito de saltarse el juego previo es tan sólo uno de muchos que podrían interferir en tu vida sexual, y aunque ahorita no son la gran cosa, a la larga podrían hacer muchísimo daño.
Sólo tienes sexo con alcohol: Está bien tomar un poco de alcohol para agarrar valor, pero tus probabilidades de llegar al orgasmo disminuyen drásticamente cuando hay alcohol incluido, y es que éste seca la boca, la vagina y atonta el sistema nervioso.
Tus orgasmos casi siempre son falsos: Fingir orgasmos es como cavar tu propia tumba. Al hacerlo, promueves las acciones que no te están brindando placer. Si estás poniendo un buen show, tu pareja nunca se dará cuenta de lo que está haciendo mal, y esperará una respuesta similar a todo lo demás.
Se saltan el juego previo: Para la mayoría de las mujeres, empezar desde 0 y llegar hasta 10 simplemente no sucede. Y dado que las mujeres no se dejan llevar por la testosterona, es difícil excitarse en un par de segundos. ¿Entonces qué hacemos? ¡Juego previo! Nunca te lo saltes, al contrario, velo como el inicio erótico de la pasión.
Tu habitación está muy desordenada: Un orgasmo es prácticamente imposible de alcanzar si tu habitación está llena de distracciones, como el iPad que suena a tu lado, la ropa sucia en la cama o los restos de comida en el buró.
Criticas mucho: Las mujeres que constantemente se juzgan a sí mismas durante el sexo usualmente tienen experiencias negativas en general. Y si este es tu caso, ¿sabes qué podría funcionarte? La masturbación, pues no sólo te ayudará a sentirte mejor contigo misma y tu placer, sino que también te permitirá conocerte mejor.
Tratas de hacer poco ruido: Silenciar tu placer podría afectar el desempeño de ambos. Si te excita tanto que te dé sexo oral, ¡disfrútalo! Pero si te enfocas en hacer poco ruido para que los niños no te escuchen, no podrás experimentarlo al máximo. En estos casos, es súper importante que no se convierta en un hábito.
No tienes sexo contigo misma: La masturbación puede ponerte un una sonrisa en el rostro y mejorar tus relaciones en pareja. El problema es que muchas chicas no lo hacen con la frecuencia debida, y ¿por qué? Porque les da pena, vergüenza o simplemente porque no quieren hacerlo. Pero si supieran lo mucho que les afecta, seguro lo intentarían más seguido.
Eme de mujer