El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió este miércoles a israelíes y palestinos que obren por poner «fin inmediato a las hostilidades» en Gaza, una de las más graves que vive este territorio y que se ha saldado en solo dos días con la muerte de 22 personas, todos palestinos.
Las palabras de Guterres llegaron casi simultáneamente a las que pronunció el primer ministro Benjamín Netanyahu en sentido contrario, pues dijo que «aún no ha terminado» lo que calificó como «el golpe más duro de la historia» infligido al movimiento Yihad Islámica (YIP).
Guterres dijo en una declaración escrita que «es inaceptable la pérdida de vidas civiles, incluyendo mujeres y niños», y tuvo un claro mensaje para Israel: «Debe cumplir sus obligaciones bajo la ley internacional humanitaria, haciendo un uso proporcionado de la fuerza y tomando todas las precauciones factibles para salvar vidas humanas y objetivos civiles».
Para evitar enviar un mensaje solo a una de las partes, Guterres también dijo que «condena el lanzamiento indiscriminado de cohetes desde Gaza hacia Israel (400 en total, según Israel) porque violan las leyes humanitarias internacionales y ponen en riesgo a los civiles» de ambos lados.
El asesinato ayer de tres líderes de la Yihad Islámica -Jalil Bahitini, Tareq Az Aldin y Jahed Ahnam- llegó una semana después de una corta escalada de violencia en la zona, que incluyó el disparo de más de 100 cohetes desde Gaza tras la muerte de un importante miembro de la YIP tras 86 días en huelga de hambre en una cárcel israelí.
La situación actual se asemeja a las hostilidades de agosto de 2022 entre el Ejército israelí y la Yihad Islámica, también tras el asesinato por parte de Israel de altos cargos del grupo y que se extendió durante tres días de intensos combates. Aquella escalada dejó un saldo de unos 50 palestinos muertos en Gaza y ninguno en Israel.
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