Una inflación por encima de 250% para 2016 es la estimación de Gustavo Roosen, reconocido gerente empresarial, quien fue presidente de Pdvsa y Cantv en la década de los años 90.
Roosen, de visita en Maracaibo para asistir como ponente especial en la cena conferencia de la Cámara de Industriales del Zulia (CIZ), afirmó a PANORAMA que “inflación de este año lucirá pálida” en comparación con la que tendremos en 2016.
“Si no hay ajustes cambiarios y fiscales significativos, y no se eliminan los subsidios directos, la inflación del año que viene va a sobrepasar los 250%”, aseguró Roosen, quien estimó que la contracción económica va a ser de 6% y el déficit fiscal de un 20% del PIB.
“La inflación del año que viene va a estar determinada por la cantidad de dinero que el BCV siga tirando en la economía, que es el denominado dinero inorgánico. Mientras que no exista un ajuste fiscal importante, la única alternativa disponible es financiar el déficit a través de dinero inorgánico”.
Con respecto a una recesión en puerta de la banca criolla, según la firmas económicas, el abogado y gerente empresarial —quien también se desempeñó como directivo de la Asociación Bancaria nacional— señaló que “si bien no tengo una visión inmediata del sistema financiero nacional, lo que interpreto de esos análisis es que el crecimiento de la banca, en términos nominales, es mucho menor a la inflación real, por tanto está decreciendo, y por ende, no va a poder atender el crecimiento de los créditos que la inflación está demandando. La banca se estaría achicando”.
Asimismo, el expresidente de Pdvsa opinó —sobre un posible default de deuda externa— que el Gobierno hará “todo lo humanamente posible para tener los recursos y honrar los compromisos, porque la alternativa de dejar de pagar significaría que tendría que entrar en negociaciones con el FMI y con el Banco Mundial, y evidentemente la ideología política que hoy gobierna el país eso no lo aceptaría”.
Sin embargo, Roosen señaló que el país, a lo interno tiene un default. “Un enorme default comercial, porque la cantidad de deuda que se tiene con el sector privado es un default, no con tenedores de bonos, sino con los importadores venezolanos, con los industriales venezolanos a quienes no se les han honrado sus autorizaciones de liquidación de divisas. Esto es en cierta forma una falta de un compromiso internacional que está llevando a empresas muy importantes a reconocer pérdidas grandes en el país”.
El actual presidente del Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa) y segundo vicepresidente de Conindustria, abogó por el “reconocimiento mutuo, buscar una solución estructural para todo el país, que dejemos de lado las divisiones partidistas que no nos están ayudando”.
Roosen habló de tres alarmas, como la sostenibilidad del escenario petrolero, el proceso de envejecimiento que se llama el bono poblacional, y la falta de un arraigo tecnológico “en nuestro aparto productivo y educativo que nos está alejando de las mejoras prácticas tecnológicas para el desarrollo”.
Fuente: Panorama