«Si queremos encontrar la reconciliación, resulta indispensable el cese a la persecución; así como la investigación independiente y transparente de los fallecimientos ocurridos y las denuncias existentes sobre violaciones a los derechos humanos durante las protestas», escribió ayer el presidente de la Junta Directiva de la Organización Cisneros, Gustavo Cisneros, en un artículo de opinión.
Cisneros expresó su preocupación por la situación de Venezuela en un artículo publicado en el diario El País de España y reseñado por el portal electrónico de Venevisión, donde señaló que «con la violencia en ascenso, la situación en Venezuela ha alcanzado un punto insostenible al cual no podemos ser ajenos».
Dijo que «tal como ha sido la constante en las grandes transformaciones de América Latina, los jóvenes venezolanos han sido los primeros en alzar la mano, mostrando al mundo el espíritu de nuestra patria: echado pa’lante, decidido, valiente, que no se doblega».
Añadió que «se trata de jóvenes que entienden que el progreso también está ligado con el bienestar de los menos favorecidos; que son capaces de visualizar las consecuencias, a mediano y largo plazo, que trae consigo la carencia de certeza; y que pugnan por la reconstrucción del país».
Comentó que «más allá de cualquier ideología, el país exige una reconfiguración y toma de decisiones inmediata, que nos permita definir el rumbo que Venezuela necesita tomar para encontrar de mutuo acuerdo , la senda de la paz, la reconciliación y el crecimiento».
Cisneros expresó que «desgraciadamente, hoy la intolerancia y la desconfianza, así como el ánimo de confrontación visto en nuestras calles, parecen reinar en el país. La reciente advertencia por parte de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) a proveedores de Internet para bloquear los sitios web que ‘agredan al pueblo venezolano’ y «causen desestabilización y zozobra» es una clara muestra de ello, al igual que la consideración de una posible restricción para el ingreso a redes sociales como Twitter y YouTube».
Añade que «ante este tipo de actitudes, la idea de sentar en la mesa a dos Venezuelas tan distantes parece lejana. No obstante, resolver los grandes problemas que hoy nos aquejan criminalidad y violencia, desabastecimiento, un alto índice de inflación y una apremiante situación económica requiere de la voluntad de todos. Se necesita una apertura en la que cada una de las partes reconozca los derechos de sus interlocutores, poniendo por encima de cualquier diferencia, esa gran coincidencia que nos une a todos los venezolanos: el amor y la lucha por nuestra patria».
El empresario propuso «la intervención de una figura al margen de cualquier interés político, como la del Papa Francisco» y sostuvo que «la ecuánime Cancillería del Vaticano, emergen como la opción más viable» para mediar en la crisis.
Gustavo Cisneros agrega que «hoy me duele mi Venezuela tan dividida, me duele el grado que han alcanzado nuestros desacuerdos. Me duele una Venezuela que sufre; pero confío en que el amor que los venezolanos sentimos por nuestra patria nos permitirá superar la intolerancia que ha dominado el escenario político en los últimos años, para dar paso al debate democrático y a la recuperación de la confianza en las instituciones. No podemos darnos el lujo de continuar divididos».
EU