Centenares de activistas y familias inmigrantes comenzaron a converger hoy en el «Mall» de Washington DC, para exigir un cese a las deportaciones de los indocumentados y una reforma migratoria que les otorgue la legalización.
Con consignas como «¡Sí se puede!» y «Se ve, se siente, el pueblo está presente», y ondeando banderas de Estados Unidos, los activistas comenzaron a llenar el «Mall», el parque central entre el monumento a Washington y el Capitolio.
Como parte de la campaña de presión de grupos pro inmigrantes, la artista Lila Downs y la icónica banda de música norteña mexicana Los Tigres del Norte ofrecerán un concierto gratuito, seguido por una marcha hacia el Capitolio y un acto de desobediencia civil en el que un centenar de activistas provocarán su propio arresto.
La meta es denunciar nuevamente el quebranto de las familias inmigrantes en Estados Unidos debido a las deportaciones y exigir que el Congreso apruebe de una vez una reforma migratoria que legalice a los once millones de indocumentados en este país.
En declaraciones a Efe, Downs consideró que es necesario continuar presionando por la reforma migratoria, especialmente cuando ya fue aprobada por el Senado.
«Creo que en este momento es importante para los artistas hacer un llamado a los paisanos, a los latinoamericanos, a los inmigrantes, a que se unan y se movilicen para salir de la sombra», dijo Downs.
Para la intérprete de temas como «Pecadora» y «Cruz de olvido», bautizada por la crítica como «el tesoro de México», el tema de la inmigración ha sido clave en su repertorio y en su vida, por ser «producto de la inmigración, de un padre anglosajón y una madre indígena oaxaqueña».
Para Downs, «la música mueve montañas» y es importante «seguir con mucha fe la lucha por la dignidad y el respeto» a los inmigrantes.
«Estamos muy felices con estos artistas que son muy reconocidos en todo el mundo y ese compromiso tan inmenso que tienen por la reforma migratoria», dijo a Efe por su parte, Gustavo Torres, presidente del grupo CASA en Acción, de Maryland.
«Queremos mandar ese mensaje de la importancia de que se apruebe la reforma migratoria, de lograr el camino americano. Estamos motivados porque pensamos que este mes es vital para la reforma migratoria, es clave para lograr la dignidad y el resto para nuestra comunidad», aseguró el activista.
Torres expresó optimismo en que, pese al clima hostil para la reforma migratoria en el Congreso, el apoyo del empresariado, grupos religiosos y organizaciones cívicas, además de los actos de presión y «movilizaciones de la comunidad» finalmente surtirán efecto.
Según Torres, se prevé la participación de al menos 30.000 personas en el acto de hoy, organizado por grupos como CASA en Acción y Centro para el Cambio Comunitario.
La concentración en el «Mall» incluye la lectura de centenares de nombres de indocumentados que han fallecido en zonas desérticas de la frontera sur, y discursos de líderes demócratas y republicanos del Congreso.
Entre los manifestantes, provenientes de diversos estados del país, figura el salvadoreño José Mario Castellón, quien acaba de concluir su segunda gira en bicicleta, desde 2008, desde El Salvador a Estados Unidos para impulsar la reforma migratoria.
«He visto llorar a los niños en la televisión porque sus padres han sido deportados, y sentí la necesidad de hacer algo por ellos», dijo a Efe Castellón, de 45 años y residente legal que viajó a Washington desde Texas.
«Me alegré de ver que le dieron permisos legales a los estudiantes indocumentados pero tenemos que seguir hasta que cesen las deportaciones y la reforma migratoria se haga realidad», puntualizó Castellón.