El virus de la gripe puede darse en tres tipos: A, B y C. Cada uno tiene síntomas similares y afecta a los pulmones y las vías respiratorias. Causan fiebre, dolor y malestar general. No todos son igualmente peligrosos y extendidos, pero la A y la B son las que más se suelen dar.
Existen diferencias primordiales entre el resfrío y la gripe estacional. Se clasifican dependiendo de sus características:
El resfrío
* Fiebre y dolor de cabeza: en el resfrío se dan rara vez y no suele superar los 38°.
* Malestar general y dolor: suele ser leve.
* Fatiga y debilidad: sólo se dan algunas veces.
* Agotamiento total: no se produce.
* Tener nariz tapada o congestionada: es una de las características principales ya que se da con frecuencia.
* Estornudos: suelen ser muy comunes.
* Dolor de garganta: se da con frecuencia.
* Molestia en el pecho: su aparición es de leve a moderada.
* Tos: suele ser seca.
El tratamiento: descongestionantes, medicinas con antihistamínicos y antiinflamatorias sin esteroides.
La prevención: lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con alguien que esté resfriado.
Complicaciones: puede provocar sinusitis o congestión nasal, infección del oído medio, y asma.
La gripe estacional
* Fiebre: es común la fiebre alta, sobre todo en los niños más pequeños. Dura de dos a cinco días.
* Dolor de cabeza: se da con frecuencia.
* Malestar general y dolor: suele ser común y hasta muchas veces severo.
* Fatiga y debilidad: son típicas y pueden durar de dos a tres semanas luego de superado el cuadro agudo.
* Agotamiento total: es muy común al principio.
* Nariz tapada o congestionada: sólo a veces.
* Estornudos: casi nunca.
* Dolor de garganta: no suele darse.
* Tos: se produce con frecuencia, e incluso puede volverse severa.
El tratamiento: está pensado para aliviar los síntomas.
La prevención: vacunarse contra la gripe puede ser una buena opción.
Complicaciones: puede provocar bronquitis y neumonía. Esta última se suele dar cuando la fiebre reaparece luego de la mejoría del cuadro. Es necesario consultar al médico.
Para curarnos más rápido
La transmisión de la gripe se produce a través de partículas de saliva que se diseminan en el ambiente al toser o estornudar. También cuando la persona toca un objeto contaminado y se lleva las manos a la boca o a la nariz. Por eso, es de suma importancia el lavado de las manos.
La gripe suele durar unos siete días, pero hay síntomas como el cansancio o la tos que pueden mantenerse durante dos semanas. Por lo general basta con tratarlos con los procedimientos adecuados para que disminuyan: el médico recetará parecetamol para la fiebre y el malestar, algún jarabe mucolítico para ayudarle a expulsar la flema y reposo para el cansancio. No se emplean antibióticos (salvo excepciones), ya que es una infección viral y no bacteriana.
¿Lista para vacunarte?
La vacuna no evita la gripe, pero la atenúa y previene complicaciones. Es necesaria en los grupos de alto riesgo como las mayores de 65 años; los niños y adultos con enfermedades crónicas (como asma, diabetes, anemias crónicas, y hasta el virus del sida); las personas que viven en instituciones cerradas, como geriátricos, colegios de internados, o que están al cuidado de enfermos crónicos; las embarazadas en cualquier trimestre del embarazo; niños de entre los 6 meses y los dos años; la población con necesidades básicas insatisfechas con problemas de hacinamiento y desnutrición, entre otras; viajeros que vayan hacia zonas epidémicas; médicos, enfermeras u otro personal sanitario; y los miembros de la familia de un enfermo de alto riesgo.
Por el doctor Fernando San Cristóbal, medico clínico, gerente medico en ASI Asistencia Sanitaria Integral SA y en el Sanatorio Modelo de Caseros.
Fuente: Entremujeres