El acuerdo entre Grecia y sus acreedores sobre el tercer rescate ha comenzado este miércoles el trámite en el Parlamento griego, donde será sometido a votación mañana jueves, un día antes de que se reúna el Eurogrupo para dar su aval al programa.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se mostró confiado en lograr la ratificación del acuerdo alcanzado el pasado martes tras más de veinte horas de negociaciones con las instituciones acreedoras -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)-.
«A pesar de los obstáculos que algunos tratan de poner en nuestro camino, vamos a concluir con éxito este acuerdo», dijo Tsipras tras una reunión en el Ministerio de Infraestructuras.
El primer ministro se mostró optimista acerca de que este pacto permita acabar con la «incertidumbre económica» en Grecia.
«Vamos a decepcionar a las Casandras (voces en contra) y vamos a tener éxito en la reconstrucción del país», subrayó.
Tsipras se refirió a que en los últimos cinco años ha aumentado la corrupción en Grecia y ha mostrado la intención de su Gobierno de establecer un sistema eficaz y transparente que combata las prácticas corruptas y la evasión fiscal y establezca «los términos y condiciones del largo proceso de recuperación» de la economía.
Según lo pactado con las instituciones, el Parlamento griego debe aprobar el acuerdo para recibir el primer desembolso que se destinará a pagar las obligaciones más inmediatas.
El Gobierno de Atenas aspira a que el primer tramo sume entre 20.000 y 25.000 millones de euros, para devolver al BCE 3.400 millones que vencen el día 20 de agosto, otros 1.600 que adeuda al FMI en septiembre, así como el crédito puente que le concedió en julio la Unión Europea por valor de 7.600 millones.
Además, el primer desembolso incluiría 10.000 millones de euros de inyección inmediata para recapitalizar la banca, todavía bajo el corsé de los controles de capital, lo que ha llevado a un mayor desplome de la economía.
El proyecto de ley ya ha sido introducido en el Parlamento y mañana se iniciará el debate en comisiones, al que seguirá la sesión del pleno y la votación que se alargará hasta la madrugada del viernes.
El texto debe ser aprobado antes de la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona que previsiblemente se convocará para el viernes con el objetivo de decidir si da su aval al programa.
Además del programa de rescate, el proyecto de ley incluye un paquete de 35 medidas previas que Grecia debe aplicar.
Estas medidas contemplan nuevas leyes sobre los préstamos morosos en manos de los bancos, una regulación más estricta para los que tiene deudas con el Estado y la eliminación de las exenciones fiscales de las que gozan los agricultores como el subsidio para la compra de fuel.
Recoge la desregulación del mercado del gas natural así como la de algunas profesiones como ingenieros o notarios.
Prevé la creación de un fondo de privatizaciones independiente y radicado en Grecia al que se transferirán activos públicos por valor de 50.000 millones de euros, tres cuartas partes de los cuales se destinarán a la recapitalización de los bancos y a la devolución de la deuda.
La creación de este fondo, junto al tratamiento que debía darse a las carteras de créditos morosos -muchos de ellos hipotecas- que lastran a la banca griega, han sido dos de las cuestiones más espinosas de la negociación.
Finalmente se ha acordado un modelo con el que el Gobierno griego dice estar satisfecho, porque permite sacar rendimiento a estas propiedades, es decir, a diferencia del fondo actual de privatizaciones que solo recoge la venta, este formato contempla fórmulas alternativas como el alquiler.
La ley establece además un sistema en el que los autónomos y las pequeñas empresas deben pagar parte de los impuestos por adelantado en previsión de sus ingresos.
Se prevé una reestructuración del régimen de pensiones con el objetivo de lograr un ahorro anual del 0,5 % del PIB, así como la eliminación gradual de las jubilaciones anticipadas hasta 2022.
Tsipras, que ya ha informado a los representantes de la oposición sobre el contenido de la ley, necesitará, como en las dos votaciones anteriores, el apoyo de conservadores, liberales y socialdemócratas para obtener la luz verde del Parlamento, pues las medidas han reavivado la polémica entre las filas de Syriza, su formación.
Fuente: El Universal