La compañía estadounidense está trabajando en una tecnología que le permita diagnosticar diversos tipos de cáncer, impedir infartos o derrames y detectar otras enfermedades mucho más temprano de lo que es posible actualmente.
El método combina nanopartículas de detección de enfermedades, que entrarían al torrente sanguíneo del paciente mediante una píldora comestible, con un sensor de pulsera.
La idea es lograr identificar los ligeros cambios en la bioquímica de una persona, de modo que podría funcionar como un sistema de alerta temprana.
El diagnóstico temprano es clave para el tratamiento de enfermedades. Muchos tipos de cáncer, como el pancreático, solo son detectados cuando ya se han vuelto incurables y letales.
Existen marcadas diferencias entre los tejidos cancerosos y sanos.
La ambición de Google es monitorear constantemente la sangre en la búsqueda de rastros de cáncer que permitan un diagnóstico, muchos antes de que aparezcan síntomas físicos.
El proyecto es liderado por la unidad de investigación del gigante tecnológico, Google X, que se dedica a explorar innovaciones con potencial revolucionario.
Recientemente la compañía ha mostrado interés por el sector médico: elaboró lentes de contacto para medir la glucosa en pacientes con diabetes y adquirió una empresa incipiente que desarrolló una cuchara para contrarrestar los temblores causados por el Parkinson.
Google también compró participaciones en Calico, una compañía que investiga tecnologías de antienvejecimiento y 23andMe, que ofrece kits personales para pruebas genéticas.
El líder del proyecto, el biólogo molecular Andrew Conrad, desarrolló anteriormente una prueba barata de VIH que se ha vuelto ampliamente utilizada.
“Lo que estamos tratando de hacer es cambiar la medicina: de reactiva y transaccional a proactiva y preventiva”, señaló a la BBC.
Nanopartículas
Las nanopartículas ofrecen la capacidad de explorar el cuerpo a nivel molecular y celular.
Google está diseñando un conjunto de ellas cuyo objetivo es coincidir con marcadores de distintas enfermedades.
Podrían adaptarse para que se adhieran a una célula cancerosa o un fragmento de ADN.
O también podrían encontrar evidencia de placas de grasa apunto de liberarse del revestimiento de los vasos sanguíneos, que podrían causar un ataque al corazón o un derrame si detienen el flujo de sangre.
Otro grupo podría monitorear constantemente los químicos en la sangre.
A los altos niveles de potasio se les vincula con la enfermedad renal. Google cree que sería posible construir nanopartículas porosas que cambien de color cuando los niveles de potasio aumenten.
Luego esas nanopartículas pueden ser reunidas en un solo lugar -puesto que son magnéticas- y esa ubicación será la muñeca. Allí se les puede preguntar qué vieron“, explica Conrad.
Las nanopartículas sueltas se moverían de manera distinta en un campo magnético, que aquellas que están alrededor de una célula cancerosa.
En teoría, el software podría ofrecer un diagnósticomediante el estudio de sus movimientos.
Los investigadores también han explorado otras formas de utilizar el magnetismo para concentrar las nanopartículas en una sola área temporalmente.
La ambición de la empresa es crear una pulsera que sea capaz de leer las nanopartículas a través de la luz y las ondas de radio una o más veces al día.
De la teoría a la práctica
El profesor Paul Workman, director ejecutivo del Instituto de Investigación del Cáncer en Londres, compartió su impresión del proyecto con la BBC: “En principio es genial. Las nuevas ideas son bienvenidas”.
“Esto se necesita con urgencia. Si podemos detectar el cáncer y otras enfermedades más temprano, podremos intervenir con tratamientos y cambios de estilo de vida”.
Su equipo está investigando las células cancerosas y el ADN del cáncer en la sangre, como nuevos métodos de diagnóstico y planificación de tratamiento.
Workman advirtió a Google que un diagnóstico temprano podría generar altos niveles de ansiedad, además de tratamientos innecesarios, por lo que el análisis debe ser “muy cuidadoso y riguroso” antes de que este método de monitoreo comience a utilizarse.
El esquema se hizo público porque ahora Google está tratando de establecer alianzas.
Sin embargo, Conrad restó importancia a la idea de que su firma quiera desarrollar una herramienta de búsqueda para el cuerpo humano con fines comerciales.
“Somos los inventores de la tecnología pero no tenemos ninguna intención de monetizarla. Se licenciará y los socios la ofrecerán a doctores y pacientes”.
“No se trata de un dispositivo de consumo, sino de uno que deberá ser prescrito por el médico. Un proceso donde Google no se inmiscuirá de ninguna manera”.
Grandes ambiciones, ¿factibles?
Muchos grupos de investigación se encuentran en la búsqueda de rastros de cáncer en la sangre, como una mejor manera de diagnosticar la enfermedad y evaluar cuáles tumores son los más agresivos.
Sin embargo, Google deberá atender las preocupaciones sobre los “falsos positivos”: cuando a una persona sana se le dice que está enferma.
También está el asunto del diagnóstico excesivo. Con el de cáncer de seno, por ejemplo, hay toda una controversia: por cada vida salvada, tres mujeres reciben tratamiento invasivo para tratar un cáncer que nunca habría sido letal.
La búsqueda de enfermedades es un proceso delicado y si no se hace cuidadosamente, podría conseguir que todos los volviéramos hipocondríacos.
Otra idea muy publicitada: Google Flu Trends, que buscaba predecir la propagación del virus con base en búsquedas de internet, fue considerada un fracaso desde que investigadores comprobaron que había sobreestimado el número de casos.
“Los lentes inteligentes para diabéticos, sin embargo, sí lucen prometedores. La firma suiza Novartis espera obtener la licencia de la tecnología el próximo mes de julio”.
Es posible que el proyecto de Google nunca llegue a desarrollarse, pero ejemplifica el esfuerzo de la empresa por desarrollar tecnologías de la salud.
La firma niega tener interés en desarrollar su propio servicio de diagnóstico, con todas las dificultades de privacidad que ello podría generar. Sin embargo, las patentes podrían resultar muy lucrativas.
Fuente: BBC Mundo