El encuentro entre el Papa Francisco y el presidente Nicolás Maduro es considerado como positivo por la Iglesia Católica venezolana para la búsqueda del diálogo y la paz en el país. Monseñor Roberto Lückert, arzobispo de Coro, califica como “muy oportuna” la reunión y reflexiona sobre lo que pudo haberle dicho el Sumo Pontífice al mandatario nacional, en vista de que el encuentro fue privado y solo se conocen los detalles dados a conocer por la prensa oficial de la Santa Sede.
“Espero que el momento haya sido aprovechado por el Papa para insistir en la unidad del país, que no puede gobernar solo para el tolete del país que le es fiel a él. Este fue un momento muy oportuno, dado el papel que juega el Papa en aras de la comunión, el diálogo y la paz”.
Fueron 20 minutos los que duró la reunión llevada a cabo en la Biblioteca privada del Papa, en el segundo piso del Palacio Apostólico. Se abordaron algunos problemas del país como “la pobreza, la lucha contra la criminalidad y el narcotráfico”, así como “la situación social y política de Venezuela” después de la muerte de Hugo Chávez, de acuerdo con la información oficial.
Monseñor Roberto Lückert destacó que si existen contradicciones en la fe -refiriéndose a las creencias religiosas de Maduro- no las debe haber en el trato y la profesión del amor. “La Iglesia es respetuosa de si él cree en la reencarnación o no, porque obviando el hecho de que aparentemente cree en filosofías orientales, el Presidente representa a un país cuya población es católica en más de 90 por ciento”.
El tiempo justo
El sacerdote y periodista Antonio Pelayo, corresponsal de Antena 3 en El Vaticano, dijo en entrevista con César Miguel Rondón que notó “cierta contención para no dar titulares”, posterior al encuentro entre el Papa y Maduro, a diferencia de lo ocurrido anteriormente con el recibimiento a otros mandatarios latinoamericanos.
“A Cristian Fernández la conocía el Papa porque él era arzobispo de Buenos Aires y en varias oportunidades ella se negó a recibirlo. A ella le conoce los parches de sus vestidos, hasta podía haberla regañado. Con Maduro es diferente porque apenas lo está conociendo. Lo que sí creo es que la reunión fue más privada por el hecho de ser latinoamericano y compartir la misma lengua materna, lo cual les permitió hablar sin tener un interprete de por medio”.
El arzobispo de Coro indicó que fue “correcto” que la audiencia durara 20 minutos, pues cuando los obispos se reúnen con su Santidad cuentan tan solo con 15 minutos. “Yo fui privilegiado la última vez que me reuní con el Papa y me dieron 30 minutos”.
Un mejor camino
Maduro y el Papa Francisco también hablaron sobre “la necesidad de un diálogo sincero y constante entre la Conferencia Episcopal Venezuela (CEV) y el Estado para el desarrollo de toda la nación”. En este sentido, Monseñor Roberto Lückert espera que las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia tomen un mejor camino, ya que recordó como se ha venido incumpliendo el convenio entre el Vaticano y el Estado Venezolano, al haberse manejado durante los últimos años las relaciones de forma “muy alegre”, al haber sido la Conferencia Episcopal Venezolana blanco de “insultos y descalificaciones”.
Lamentó el arzobispo de Coro que el proyecto de Chávez se hubiera dedicado a intentar convertir a la Iglesia en “perros mudos”, y buscando tender puentes para el diálogo aprovechó para reiterarle a Nicolás Maduro que “la Iglesia no está para tumbar gobiernos”.
Intercambio de regalos
Nicolás Maduro llegó al Vaticano acompañado por su “compañera de vida” Cilia Flores, y una nutrida delegación compuesta entre otros por el canciller Elías Jaua, Jorge Giordani, ministro de Planificación y Rafael Ramírez, ministro de Energía y Petróleo. Maduro le obsequió al Sumo Pontífice la Constitución, un retrato de Simón Bolívar que pertenecía a Hugo Chávez, un cuadro de la Virgen de Coromoto y una escultura del Doctor José Gregorio Hernández, aprovechando además para expresarle su deseo de lograr que se concrete la canonización del llamado “Siervo de Dios”.
Por su parte, el Papa le hizo entrega a Maduro de una pluma estilográfica y el documento de las conclusiones de la reunión que celebró en Aparecida (Brasil) la Conferencia Episcopal Latinoamericana. “Es un honor conocerlo”, manifestó el jefe de Estado, quien señaló además “estoy feliz de estar aquí, gracias por todo lo que está haciendo”.
Fuente: La Verdad