El gobierno uruguayo dio un paso más en el lento y controvertido proceso de regulación de la producción y venta de la marihuana al aprobar la habilitación sanitaria del tipo de cannabis que se expenderá en el país.
El propio ministro de Salud Pública, Jorge Basso, anunció a la televisión local, en el marco de la iniciativa aprobada en 2013 que «ha primado el criterio de ir lento, pero seguro» y confirmó que su cartera superó otra etapa al otorgar la habilitación sanitaria al cannabis que se espera comercializar en principio a través de cadenas de farmacias.
«La idea es comenzar lentamente, con la aplicación en algunas farmacias, y un nivel de producción moderado», dijo Basso al Canal 10 de Montevideo. En esta etapa el ministerio junto al estatal Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) -creado en la iniciativa aprobada originalmente- determinó el tipo, la calidad, composición y grado sicoactivo del cannabis que producirán dos empresas autorizadas y que se distribuirá y venderá en el mercado uruguayo, principalmente en farmacias.
Así, se trabajó en clasificación de semillas, las formas y proyecciones de cultivo, análisis de los efectos y en la advertencia sanitaria que se efectuará a los usuarios en el envasado sobre los riesgos de consumo. El grado de sicoactividad de la droga será medio a bajo, adelantó Basso.
El gobierno estima que a través de la iniciativa se disminuirá el tráfico ilegal de la sustancia y habrá menos riesgos sanitarios, además de contar con un ingreso de divisas para el Estado. Se asegura que el objetivo final es desalentar el uso y para ello habrá una campaña informativa sobre los riesgos del consumo.
AFP