Gobierno suma excusas para no volver a México, pero no cierra canales de negociación con EEUU

Gobierno suma excusas para no volver a México, pero no cierra canales de negociación con EEUU

 

 

Por ahora, no hay fecha para el retorno al diálogo. Para el politólogo Fernando Spiritto, este mecanismo ha sido un requisito del régimen de Maduro para tratar de legitimarse ante el exterior. El también politólogo Luis Salamanca indica que el gobierno le da largas a la negociación aprovechándose de cualquier elemento de la coyuntura y hasta de cosas que, aparentemente, son irracionales.

 

 

Sofía Nederr

 

 

 

La mesa de negociación entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, agrupada en la Plataforma Unitaria, está en pausa desde septiembre de 2021, cuando la delegación oficialista encabezada por Jorge Rodríguez (presidente de la Asamblea Nacional de 2020) levantó las conversaciones bajo el argumento de la extradición del empresario colombiano Alex Saab desde Cabo Verde hasta Estados Unidos. A Saab, el gobierno de Maduro le concedió un sobrevenido rol de diplomático.

 

 

Aunque en mayo de este año, Jorge Rodríguez y el jefe de la delegación opositora, Gerardo Blyde, informaron sobre reuniones preparatorias para el retorno a México, y pese a las gestiones del Reino de Noruega, facilitador del proceso, no hay señales de un próximo regreso al diálogo y mientras tanto, los representantes de Miraflores siguen poniendo excusas que entraban el camino. La más reciente fue la exigencia de la entrega del avión de Emtrasur, filial de Conviasa, que se encuentra retenido en Argentina por presuntos vínculos con el terrorismo.

 

 

“No nos vamos a mover ni en cosas de diálogo ni en cosas de negociación, ni en ninguna cosa de esas. Muy sencillo, igual que como dijimos con el diplomático secuestrado Álex Saab, dos cosas les vamos a decir: nos devuelven el avión y queremos de vuelta a nuestros hermanos secuestrados”, dijo Rodríguez, el martes 9 de agosto. El dirigente oficialista fustigó la decisión de la justicia argentina de retener el avión y a los tripulantes, 5 iraníes y 14 venezolanos, 12 de los cuales ya fueron liberados el martes pasado, y a la fiscal del caso, Cecilia Incardona.

 

 

El politólogo Luis Salamanca recordó que la negociación iniciada en 2021, en México, tenía un marco en el que los actores iban a moverse. En ese sentido, tenía un intercambio de condiciones para una elección presidencial competitiva, o al menos un poco màs democrática, a cambio del levantamiento de sanciones. Dentro de ese contexto, señala, hay que entender el manejo del gobierno.

 

 

“El gobierno ha abierto otros canales con los Estados Unidos que le han permitido obtener algunas facilidades dentro de las sanciones para avanzar en el negocio petrolero y diversas actividades que se han ido  flexibilizando. Al conseguir ese nuevo canal y al obtener un rebote en la economía, que le genera más ingresos, obviamente mejora su situación financiera y se debilita la vía de negociación con la oposición mayoritaria. Ese debilitamiento le conviene a Nicolás Maduro para acabar con el fenómeno político de Juan Guaidó que todavía resiste en medio de la declinación de su liderazgo”, enfatiza Salamanca.

 

 

En ese sentido, expresa el politólogo, que el gobierno le da largas a la negociación aprovechándose de cualquier elemento de la coyuntura y hasta de cosas que, aparentemente, son irracionales, pero que tienen la racionalidad de que pueden jugar con el proceso negociación, “manipulándolo al estilo muy chavista, sobre todo muy madurista, porque están obteniendo resultados por otras vías”.

 

 

 Luis Salamanca asevera que la oposición está baypaseada por la negociación directa entre el gobierno estadounidense y Maduro, aunque este proceso avance con lentitud y esté favorecido por la guerra entre Rusia y Ucrania.

 

 

El presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2015, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino del pais por un grupo de países, dijo, el 12 de agosto, que la oposición está procurando la facilitación del reino de Noruega, pero depende de la respuesta de Maduro. “Que no vengan con la paja de que es por Alex Saab o el avión. Resuelvan sus peos internos. Estamos listos para llegar a un acuerdo humanitario y político”, subrayó.

 

 

En marzo de este año, Jorge Rodríguez puso como excusa para no volver a la mesa de negociación los presuntos vínculos de Guaidó con el narcotráfico. «Nosotros no nos vamos a reunir con Juan Guaidó, nosotros no nos reunimos con narcotraficantes, a los narcotraficantes los metemos presos», dijo Rodríguez. Aseguró entonces que el gobierno de Maduro no avalará la imposición de «un expediente de narco-política en Venezuela».

 

 

En cambio, señaló que prefieren un diálogo inclusivo y amplio, con todos los sectores de la vida política de Venezuela.

 

 

El recurso del diálogo

 

 

El politólogo Fernando Spiritto dice que no espera nada del diálogo y no cree haya, en el corto plazo, noticias importantes sobre este tema. “El gobierno nunca ha estado dispuesto a ceder poder y cree que el diálogo ha sido una especie de requisito que han cumplido para tratar de legitimarse ante el exterior y no una voluntad real de ceder temas de política con la oposición”, enfatiza.

 

 

 

De esta manera, esgrime que el diálogo es una calle sin salida porque el gobierno se ha fortalecido progresivamente y hay unas especies de ilusión de mejora económica. En tanto, la realidad geopolítica ha hecho que el gobierno de Maduro tenga algo que ofrecer en materia de energía.

 

 

 

Por la otra parte, indica Spiritto, la oposición está cada día más débil. En ese punto, el gobierno puede hacer declaraciones, pero no hay garantías para la negociación. El politólogo recuerda que, en noviembre de 2021, desconoció la voluntad popular en las elecciones de gobernador del estado Barinas, y este año, nombró un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que no requilibra el poder.

 

 

 

“No veo que la negociación, en México o donde sea, represente un paso para el cambio político en este momento. Y, además, está el hecho de que la excusa de la devolución del avión que está en Argentina es absolutamente ridícula, una cosa no tiene nada que ver con la otra”, señala Fernando Spiritto.

 

 

 

Asimismo, el politólogo cree que, con Estados Unidos, el gobierno de Maduro tiene una especie de acuerdo preliminar que no es público. A su juicio, este acuerdo también estaría propiciado por el retiro progresivo del apoyo al gobierno interino de Guaidó, que, dice, debería desaparecer en enero de 2023. Insiste en que a la oposición lo que le queda es organizarse.

 

 

 

Luis Salamanca resalta que el recurso del diálogo ha sido manejado por el gobierno de forma constante. Recuerda que ha habido varios procesos e intentos, con lo cual se genera la impresión de que el dialogo no llega a resultados concretos.

 

 

 

“El fondo es que el régimen no quiere negociar. La oposición pide elecciones democráticas, el régimen sabe que, si lo hace, incluso, un poco y medianamente democrática, tiene el riesgo de perderlas porque el pais sigue queriendo cambio, del 60% para arriba quiere cambio, y si se ve posibilidades, con un candidato unitario, va a ir a votar masivamente contra el régimen”, señala.

 

 

 

Salamanca insiste en que el gobierno envía señales sobre su estrategia de no ceder ante la negociación y cuando acude al diálogo lo hace con el objetivo de sacar ventaja. En ese punto, acota, el gobierno siempre buscará la flexibilización o el retiro de sanciones sin ofrecer nada significativo a cambio. Añade que la oposición debe pedir lo máximo como las elecciones competitivas que era lo que había antes de la llegada de Hugo Chávez al poder.

 

 

 

Dentro de ese contexto, refiere que, en las elecciones regionales de 2021, Maduro hizo concesiones porque no estuvo en juego el poder nacional. Hasta ahora, 

 

 

 

La trama del avión

 

 

 

En junio de este año, el gobierno argentino inmovilizó en el aeropuerto internacional de la localidad de Ezeiza un avión venezolano sancionado por Estados Unidos y les retuvo el pasaporte a cinco tripulantes iraníes, informó el ministro de Seguridad de ese país, Aníbal Fernández. Se trata de un avión Boeing 747-3B3(M), en configuración cargo, matrícula YV3531, que era propiedad de la empresa iraní Mahan Air, sancionada por Estados Unidos.

 

 

 

En enero de este año, la propiedad de la aeronave habría sido transferida a Emtrasur Cargo, filial de Conviasa, también sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de los Estados Unidos.

 

 

 

Pese a los reclamos del gobierno de Maduro, el 11 de agosto, el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, ordenó incautar el avión 747-300 por exigencias de Estados Unidos. De acuerdo con el diario La Nación, la fiscal Cecilia Incardona apoyó la solicitud de EEUU, mientras que el juez del caso determinó que el avión quede a disposición de su juzgado y del juez federal de Washington, DC, Michael Harvey.

 

 

 

La decisión se informó luego de que la marcha oficialista hasta la sede de la embajada de Argentina en Caracas para exigir a liberación de lo que es propiedad del Estado venezolano, según dijeron los diputados de la AN de 2020.

 

Sofía Nederr

Confirmado.com.ve

 

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