El Gobierno de Venezuela reportó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo un incremento promedio de 56.000 barriles por día (bpd) de la producción petrolera en abril, de manera que el bombeo de crudo alcanzó los 810.000 barriles por día, un volumen que no se registraba desde el cuarto trimestre de 2021, cuando la extracción promedió 817.000 barriles diarios (bd).
Sin embargo, las fuentes directas de la OPEP indican una producción de 724.000 bpd, 93.000 barriles diarios menos que la extracción registrada en la data oficial, lo que podría denotar una fuerte acumulación de inventario por parte de PDVSA, cuyas exportaciones han sido afectadas por la investigación de una trama de corrupción que obligó a paralizar las ventas externas para auditar a los intermediarios y los contratos.
Según los datos directos de la OPEP, la producción aumentó 24.000 barriles diarios en abril, un volumen de incremento 57% inferior al reportado por el Gobierno.
Los datos oficiales revelan un incremento de la producción petrolera de 21,08% en los primeros cuatro meses de 2023, en comparación con los 669.000 bpd reportados por el Gobierno en 2022. En términos anualizados, el bombeo de crudo ha subido apenas 4,52% frente a los 775.000 bd registrados por el Ministerio venezolano de Petróleo en abril de 2022.
Según las fuentes secundarias de la OPEP, la producción ha escalado en lo que va de 2023 un 7,10%, mientras que en el último año reportado el alza fue de un modesto 2,40%.
De acuerdo con los datos de la OPEP, Venezuela siguió reportando solo tres plataformas de perforación activas al cierre de abril, mientras que en el mismo mes del año pasado reportaba 25. El Gobierno venezolano no parece estar actualizando oportunamente esta información.
Los precios
El precio promedio del barril del crudo Merey de 16 grados API subió 5,33 dólares en abril en comparación con marzo para ubicarse en 62,58 dólares.
Sin embargo, en lo que va de 2023 el crudo referencial venezolano tiene, según la OPEP, una cotización promedio de 60,74 dólares por barril, 16,05 dólares inferior al precio promedio de 2022, que fue de 76,79 dólares.
Esta caída de 21% es una señal de lo que complicado que está el mercado petrolero para Venezuela, debido a que las sanciones impuestas por Estados Unidos impiden que PDVSA exporte con fluidez una producción aún disminuida, lo que obliga a vender con descuentos y altos costos por comisiones.
En comparación con el cierre del año 2022, la cotización del Merey 16 ha subido 7,58%.
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