El Gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff enviará hoy al Congreso Nacional el proyecto de Presupuesto para el año que viene con previsión explícita de déficit primario, admitió hoy el líder del Gobierno en el Senado, Delcídio Amaral.
Citado por la agencia oficial de noticias ABR, el legislador del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) explicó que el Gobierno optó por asumir, al menos en forma preliminar, que no podrá cubrir sus gastos del año que viene ni podrá ahorrar para pagar los intereses de la deuda pública, reseñó DPA.
La principal razón para tal decisión, según Amaral, es que no prosperó la iniciativa, lanzada la semana pasada, de reactivar un impuesto a los cheques (CPMF) que había sido extinguido en 2007.
«Con la frustración de (la reactivación del) CPMF, si no se encuentra otra solución, la salida será presentar un presupuesto con déficit y después negociar. Ahí (en esa instancia) será una conversación entre el Congreso y el Ejecutivo», afirmó.
La Ley de Presupuesto General de la Unión estima la recaudación y los gastos del gobierno para el año siguiente, el Producto Interno Bruto (PIB), el índice de inflación y el salario mínimo nacional.
Un asesor de Rousseff, citado hoy por el diario Folha de Sao Paulo, explicó que con la decisión, el gobierno optó por enviar «un presupuesto realista y transparente», sin incluir eventuales ingresos que tal vez no puedan concretarse.
El funcionario agregó que para evitar que el mercado reaccione negativamente ante la situación, el Ejecutivo anunciará que pretende promover iniciativas de reformas estructurales en sectores como la Seguridad Social, para garantizar una mayor recaudación el año que viene.
«El mercado haría las cuentas y diría que el presupuesto, en realidad, tiene déficit. Como la presidenta decidió, en su segundo mandato, hacer primar la transparencia, optamos por el déficit», concluyó el asesor.
Las dificultades de recaudación del gobierno central ya se manifestaron este año, entre otros aspectos, cuando el superávit primario proyectado para 2015, que era equivalente al 1,1 por ciento del PIB, fue reducido en julio a 0,15 por ciento.
Para el año que viene, según Folha, la meta de superávit era del 0,7 por ciento del PIB, pero ahora, con la admisión de déficit, esa meta quedó descartada.
El senador Romero Jucá, quien integra el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) -principal aliado del gobierno en el Congreso- evaluó como positivo que el gobierno proponga un presupuesto realista.
«El gobierno debe enviar un presupuesto real, reconociendo los problemas fiscales del sector público», afirmó, citado por Folha.
La primera consecuencia palpable en el mercado financiero fue el desempeño del dólar, que promediando la jornada de hoy registraba una fuerte valorización respecto al real local.
Según el portal «G1», del grupo Globo, la divisa norteamericana alcanzó los 3,68 reales, la máxima cotización en 12 años.
Entre otros temores, el mercado destaca la posibilidad de que Brasil pierda el llamado grado de inversión, que lo califica como seguro para inversionistas y que es otorgado por las agencias de calificación de riesgo.
Fuente: El Universal
