La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, inició este jueves con una serie de reuniones con altos cargos del gobierno de Nicolás Maduro y representantes de otros estamentos del estado en Venezual, aunque todos ligados al chavismo.
La expresidenta de Chile sostuvo las reuniones en la Casa Amarilla de Caracas, sede de la Cancillería, donde entre otras personalidades, acudió el vicepresidente del Consejo de Planificación, Ricardo Menéndez, quien reveló que le pidieron interceder para detener las sanciones contra el régimen de Maduro.
“Le hemos planteado la posibilidad de que se pueda interferir, en función de los Derechos Humanos de nuestro país, para que esos recursos que están bloqueados vengan para las medicina, vengan para los alimentos”, indicó Menéndez, en referencia las cuentas y reservas de oro bloqueadas en bancos internacionales, principalmente países no reconocen el segundo gobierno de Maduro.
El también ministro de Planificación indicó que informaron a Bachelet sobre las sanciones que ha sufrido el gobierno de Maduro,asegurando que eran las principales causas de la grave crisis humanitaria, social, económica y política que afecta al país.
#EnVideo ?| Vicepresidente de Planificación, Ricardo Menéndez .@rmenendezp : Informamos a la Alta Comisionada de la ONU para los DD.HH., @mbachelet, sobre el ataque sistemático contra #Venezuela #VenezuelaEsPazYProtecciónhttps://t.co/Hr4gSyCtoI
— MinPlanificación (@MPPPlanifica) 20 de junio de 2019
Escasez de todo tipo de bienes básicos y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019 caracterizan la debacle, de la cual la oposición culpa a Maduro, y éste, a su vez, a un “bloqueo financiero y comercial” de Washington.
Según la ONU, debido a eso un cuarto de la población -equivalente a siete millones de personas- requiere ayuda humanitaria urgente, mientras cuatro millones emigraron desde 2015.
Un informe del organismo estima además que 22% de los menores de cinco años sufre desnutrición, y que 300.000 enfermos están en riesgo por falta de medicamentos.
Bachelet ha dicho que la negativa del gobierno a reconocer el problema torna insuficiente la respuesta oficial, y ha referido denuncias de “asesinatos, detenciones arbitrarias y torturas” por parte de autoridades.
Acusado por sus adversarios de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, Maduro advirtió el miércoles que espera que la visita de Bachelet “sea para bien”, mostrándose abierto a escuchar “recomendaciones”.
Su canciller, Jorge Arreaza, fue más lejos al afirmar, tras recibir a la funcionaria, que el gobierno está dispuesto a “corregir” lo que haga falta de la mano de la ONU.
Agence France-Presse