El gobierno de Venezuela anunció el jueves en la ONU la creación de un grupo de unos 50 países como Rusia, China e Irán para defender la Carta de las Naciones Unidas ante la posibilidad de una invasión militar de Estados Unidos.
Rodeado por diplomáticos de Rusia, China, Irán, Cuba, Siria, Corea del Norte, Nicaragua, Bolivia y otros países, el canciller venezolano Jorge Arreaza aseguró en la ONU que el nuevo grupo tomará acciones en los próximos días para defender “los derechos de la Carta y de todos los Estados miembros” y llamar la atención “sobre los peligros que enfrentan nuestros pueblos”.
Arreaza mencionó específicamente el derecho a la soberanía, a la autodeterminación de los pueblos, a la integridad territorial y a la no injerencia en asuntos internos, así como a la obligación de no amenazar la paz y la seguridad.
En el caso de Venezuela, estos derechos están “siendo violados de manera flagrante y abierta”, afirmó en referencia a las amenazas de Estados Unidos, que no descarta el uso de la fuerza para tumbar al presidente Nicolás Maduro.
El embajador palestino ante la ONU, Ryad Mansur, también presente en la breve conferencia de prensa, precisó que unos 50 países conforman el grupo, del total de 193 que integran la ONU.
La ONU está dividida entre la cincuentena de países -encabezados por Estados Unidos- que apoyan al líder opositor Juan Guaidó, que se autoproclamó presidente interino el 23 de enero, y aquellos que defienden a Maduro.
Estados Unidos envió ayuda humanitaria para los venezolanos a la frontera con Colombia, pero el gobierno de Maduro se niega a permitir su entrada porque la considera un arma política.
“Lo que está pasando en Venezuela hoy es preocupante, estamos muy inquietos de que algunos exaltados puedan estar considerando la opción militar”, dijo el embajador ruso Vasily Nebenzya, posiblemente en referencia tácita al consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca John Bolton y al emisario para Venezuela Elliott Abrams.
El presidente Donald Trump alertó el miércoles que evalúa “todas las opciones” para solucionar la crisis en Venezuela, y dijo tener “un plan B, y C, y D, y E, y F” para resolverla.
Consultado sobre qué pasará el 23 de febrero, fecha límite impuesta por Guaidó para el ingreso de esta ayuda humanitaria a Venezuela, Arreaza afirmó que “en Venezuela hay un solo gobierno y nada puede imponer plazos”.
Arreaza hizo referencia asimismo a los recientes movimientos de tropas estadounidenses en el Caribe denunciados por Cuba, y acusó al gobierno de Trump de “estar jugando a un nuevo tipo de guerra psicológica”.
Venezuela niega la existencia de una crisis humanitaria y atribuye la hiperinflación y severa escasez de alimentos y medicinas, que ha forzado al exilio a 2,3 millones de personas desde 2015, a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos.
AFP