El presidente regional catalán, Quim Torra, obligado por las autoridades españolas a retirar símbolos separatistas de los edificios oficiales, acabó cediendo este viernes, aunque anunció que presentará una denuncia ante la justicia.
La Junta Electoral Central ordenó inicialmente esa retirada el 11 de marzo, al considerar que esos símbolos vulneran la neutralidad de las instituciones públicas, cuando falta poco para las elecciones legislativas del 28 de abril.
Ante la negativa de Torra a plegarse, la autoridad electoral ordenó el jueves a la policía regional catalana que retirara los símbolos antes de las tres de la tarde (11:00 de Chile) de este viernes.
Igualmente, la Junta Electoral transmitió el caso a la fiscalía, para que investigue si el dirigente ha incurrido en un delito de desobediencia. La información ya está en manos del ministerio público, “a fin de que, una vez tenga conocimiento de todas las actuaciones, se proceda a ejercitar acciones penales, interponiendo la correspondiente querella”, indicó la Fiscalía en un comunicado.
Finalmente, el gobierno catalán cedió este viernes, y a mediodía dos funcionarios retiraron una gran pancarta que lucía en la fachada de la presidencia regional catalana, en el centro de Barcelona.
Descontento no obstante, Quim Torra anunció en un comunicado un recurso contencioso administrativo, y la próxima presentación de una querella “por un presunto delito de prevaricación” contra la autoridad electoral.
Además de todo esto, el dirigente animó a sus correligionarios a llenar los balcones de sus casas de símbolos independentistas.
Desde el pasado junio, poco después de la llegada de Quim Torra al poder, la presidencia del gobierno regional lucía una gran pancarta con el lema “Libertad presos políticos y exiliados”, acompañado de un lazo amarillo.
Ese lazo se ha convertido en un símbolo omnipresente en Cataluña, desplegado por los separatistas para reclamar la liberación de sus líderes en prisión preventiva y juzgados actualmente por el intento de secesión unilateral de 2017.
Tras ignorar dos veces los plazos de la Junta Electoral Central, el gobierno catalán esquivó la orden el jueves desplegando otra pancarta similar, donde se ve un lazo blanco, tachado de rojo, en lugar del lazo amarillo.
El ministro español de Asuntos Exteriores, el catalán Josep Borrell, calificó de “patético” el comportamiento de Torra.
AFP