El Gobierno argentino mantiene su intención de no intervenir los precios, pese a la disminución del consumo interno a causa de la elevada inflación, indicó este miércoles el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
En su habitual rueda de prensa en la Casa Rosada (sede del Gobierno), el vocero reiteró la idea de que el Ejecutivo de Javier Milei no interviene en precios y de que sí hace «todo el trabajo para que, dentro de un tiempo, la inflación haya quedado atrás y que los salarios hayan recuperado su poder adquisitivo».
Acerca del índice de precios al consumidor (IPC) de enero, que se conocerá este mismo miércoles y del que se espera ronde el 20% mensual, Adorni reconoció que, sea cual sea la cifra, será «un dato horroroso», ya que «claramente falta mucho camino por recorrer en materia inflacionaria como para sentir algo de satisfacción por un número».
El Ejecutivo argentino mantiene su teoría de «pulverizar el déficit fiscal y acabar con la máquina de hacer billetes» como «mejor batalla» contra la inflación, indicó el portavoz.
Además, Adorni descartó cualquier tipo de compensación extra, como un bono, para la ciudadanía, ya que «no hay mejor forma de mejorar el salario y el ingreso de la gente que no sea batallando contra la inflación».
Tras registrar una subida del IPC en diciembre del 25,5%, Argentina acumuló en 2023 una inflación interanual del 211,4%, la más alta del mundo, por delante de países como Líbano y Venezuela.
EFE