El salsero Gilberto Santa Rosa es portavoz de la campaña educativa «Todo diabético cuenta», con la que busca informar y concienciar sobre esta enfermedad que afecta de forma desproporcionada a los latinos.
«La mayor complicación de esta enfermedad es la desinformación. El propósito de la campaña es informar sobre la condición y cómo mejorar la calidad de vida. Gente como yo necesita de esa información», dijo el «Caballero de la salsa», que padece de esta dolencia.
«Los artistas recibimos demasiado y cuando alguien te toca la puerta tiene que haber una respuesta rápida de un artista y ser humano consciente. Todas las cosas que he apoyado tienen que ver conmigo y si me siento identificado, entonces estoy comprometido», argumentó el salsero, cuya madre también era diabética.
El intérprete, diagnosticado con diabetes hace ocho años, recordó que fue testigo «de los estragos que causó la enfermedad» en su madre, que falleció hace cuatro años.
Destacó además que es costumbre en la comunidad latina tomar un medicamento o cualquier otro remedio que le recomiende un familiar o amigo con su misma enfermedad.
«Podremos tener la misma condición pero no el mismo organismo», por lo que los «remedios» actúan de diversa forma y pueden causar daño a la persona, dijo el músico al hacer un llamado a la comunidad latina a acudir a un médico en lugar de «automedicarse».
La campaña, una iniciativa del Departamento de Salud, comenzó hace seis años pero hoy, por primera vez, fue lanzada para informar a la comunidad hispana, en específico a los ancianos.
La iniciativa en la comunidad latina, que se extenderá hasta julio de 2014, cuenta con el apoyo de la Asociación de Diabetes, la Asociación de Jubilados (AARP), la Organización para el Mejoramiento de la Calidad (IPPRO) en Nueva York y organizaciones comunitarias.
La campaña, diseñada por la Universidad de Standford, consiste en seis talleres, uno por semana, en los que se educa sobre la enfermedad, una dieta saludable, aprender a leer y entender las etiquetas de los alimentos, a tomar sus medicamentos, el manejo de estrés y la necesidad de hacer ejercicio.
La meta es que cada uno de los ancianos eduque a otros en su comunidad sobre la diabetes, que afecta dos veces más a los latinos. De acuerdo a datos facilitados por la organización de esta campaña, el 2,3 % de los ancianos en Nueva York padecen de diabetes, y la mitad de ellos son latinos.
Los datos oficiales muestran además que uno de cada ocho hispanos padece de diabetes, mientras que la sufren uno de cada veinte blancos. Se estima que casi la mitad de todos los niños hispanos nacidos en 2000 desarrollarán diabetes a lo largo de su vida.
«Esta campaña está atacando la médula del problema (la desinformación) para tener un país más saludable, para tener control de la enfermedad. La vida no se acaba con la diabetes. Todo lo contrario, empieza una nueva etapa», dijo el salsero, cuya presencia causó gran emoción entre un grupo de ancianas que completaron los talleres.
Con el buen humor que le caracteriza, el cantante aseguró que una campaña que prolongue la vida a latinos le beneficiará, «porque habrá más gente que baile salsa, que dicho sea de paso, es buena para la salud».
Entre los ancianos estuvo la peruana Moraima Vera, de 81 años.
«Me han enseñado a llevar mi enfermedad comiendo como me han indicado, sin sal, sin mucha azúcar, sin grasa. Antes de tomar estas clases, el nivel de la azúcar me subía a 500, y ahora la tengo normal, en 120. En el centro de ancianos estamos llevando el régimen que nos indicaron», dijo Vera, diagnosticada con diabetes hace diez años./YG
Fuente:Globovision