Una joya musical, plagada de sabor para poner a bailar a los seguidores o «cocolos» de la salsa, en su mayoría regrabaciones de compositores cubanos y puertorriqueños, es lo que constituye el nuevo disco del veterano salsero Gilberto Santa Rosa, titulado «Colegas» y lanzado este viernes.
De una hora y 45 minutos de duración, Santa Rosa escogió para el disco a un selecto grupo de cantantes puertorriqueños, cubanos y el dominicano José Alberto «El Canario», que podrían ser incluidos en un equipo de ensueño, para acompañarlo en la mayoría de sus canciones.
Los puertorriqueños Tito Nieves, Tito Rojas, Luisito Carrión, Víctor Manuelle, Choco Orta, Herman Olivera, Maelo Ruiz, Carlitos Ramírez, Ismaelito Rivera, Francisco Rosado «Pirulo», Yan Collazo, Michelle Brava y Nino Segarra, y los cubanos Isaac Delgado y Juan José Hernández completan la escuadra de invitados.
«Hace rato no se hace un disco así. El nivel de arreglo está fuera de liga. Esa cantidad de artistas, el concepto, todo bien coherente. Si ese disco no se gana un Grammy americano o latino, no sé qué está pasando con la industria», sostuvo Hernández a EFE.
Temas de salsa bien «brava» (cargada) y un poco más liviana, pero aún así que son bailables, así como el son montuno cubano y boleros, son los géneros que predominan en la producción, sobre la que Santa Rosa contó antes a Efe que se demoró más de seis años en construir.
Asimismo, las regrabaciones son de temas originales de compositores cubanos, como Arsenio Rodríguez, José Curbelo, Titi Soto, Alain Pérez, Ramón Cabrera, Consuelo Velázquez, Jorge Gelly, Pablo Cairo Sentmenat, Raymat González, Antar Daly, José Morand, Pedro Luis Ferrer y Calixto Varela.
Mientras tanto, de los compositores puertorriqueños, Santa Rosa escogió temas de Bobby Capó, Johnny Ortiz, Charlie Donato, Genaro «Henny» Álvarez, Héctor Rivera y Víctor Manuelle.
El disco arranca con lo que fue el primer sencillo de promoción, «La Familia», junto a Nieves, conocido como «El Pavarotti de la salsa».
«La Familia» es una composición que se remonta a la década de los 50 por Curbelo e interpretada en su agrupación por el icónico Mon Rivera y en la Orquesta de Ray Barretto en la voz de Tito Allen.
Seguido a «La Familia», aparece Santa Rosa cantando «Camínalo», de Pérez, el primero de tres apariciones del puertorriqueño como solista en el disco. Las otras dos son «Sonerito» y «Bam Bam Quere».
A «La Familia» le prosigue «Que se sepa», junto a «Pirulo», en el que el artista puertorriqueño se destaca cantando y tocando los timbales.
«Que se sepa», de Soto, fue un tema que hizo exitoso la orquesta del puertorriqueño Roberto Roena y su Apollo Sound al incluirlo en su disco, «Apollo Sound 5», lanzado en 1970.
El álbum continúa con el son montuno cubano «Masacote», de Cabrera y en el cual Santa Rosa es acompañado de José Alberto «El Canario».
Dicho tema invita a una pareja a disfrutarse el baile, tanto pegado y pícaro, como con sabor.
Luego llega «Apaga la luz», de Ortiz y Carrión de invitado, un tema que destaca varios problemas sociales, entre ellos la pobreza, el abuso y la criminalidad, pero sin dejar de hacer bailar al seguidor del género caribeño.
A «Apaga la luz» le sigue «Sonerito», en el que Santa Rosa «se curó» (aprovechó la oportunidad) tocando el bongó, prosiguiendo así el propósito del bailador pero esta vez de otro son cubano.
«Por la calle del medio», de Donato, es uno de los temas más contagiosos y bailables, pues Santa Rosa y su invitado, Tito Rojas, se destacan interpretando con su reconocido estilo, mientras que el músico cubano Orestes Vilató incluye una descarga en el timbal.
Tras este gozoso tema, aparece «Nos vamos a bailar el son», del legendario autor boricua Bobby Capó -abuelo de Pedro Capó-, en el que aparece de invitado Delgado y junto a Santa Rosa continúan con la salsa pesada, limitando así a los bailadores a tomarse un descanso.
Ese descanso, sin embargo, recae después en un mezcla de tres boleros interpretados por Segarra y Santa Rosa.
«Que seas feliz», «Quisiera saber» y «La vida es sueño» son obras de Velázquez, Gelly y Rodríguez, el legendario músico ciego cubano, reconocido por algunos como «El papá de la salsa» y por impulsar el desarrollo del son montuno.
El descanso de un poco más de cinco minutos, no obstante, concluye cuando aparece «Ocana Sordi», de Sentmenat y vinculada a la religión yoruba, interpretado por Hernández y Santa Rosa.
A este tema le sigue «Bailadores», que grabaron los fallecidos Cheo Feliciano y Joe Cuba, pero que en esta ocasión Santa Rosa invita a cantarlo con él a Rivera, hijo del legendario Ismael Rivera, conocido como «El sonero mayor».
El disco continúa con «El Mejor Sonero», interpretado por Santa Rosa y Víctor Manuelle, quien también compuso el tema y hace un pequeño listado de algunos de los «soneros» más destacados en la historia de la salsa.
Tras este cadencioso tema, el álbum prosigue con «Tremendo coco», de Álvarez y de invitado del protagonista a Yan Collazo, sin minimizar las ganas de seguir bailando.
Después, aparece «Estoy como nunca», de González e interpretada por Ramírez, exintegrante de la orquesta de Raphy Leavitt y La Selecta, continuando nuevamente el gozo del bailador.
El disco sigue con los temas «Mario Ague», de Ferrer y Brava de invitada y en el que el trompetista Jan Ducler se destaca en un solo; «Eque Tumbao», de Morand y Olivera como invitado; «La fonda de Bienvenido», otra de Rodríguez y Ruiz de invitado, y en el que el pianista Luisito Marín exhibe sus dotes.
Los últimos dos temas son «Bam Bam Quere», de Varela y regrabado por diversos artistas, entre ellos, Barretto y su orquesta en la voz de Rubén Blades pero que en «Colegas» Santa Rosa canta solo, y «Guateque de chombo», de Daly y de invitada Orta, y en el que el pianista panameño Dino Nugent demuestra un solo de piano. EFE