«Martha tenía razón»: bajo ese lema se estrenó este lunes en Nueva York la nueva serie Gaslit, protagonizada por Julia Roberts y que revisa el famoso escándalo del Watergate (1972) reivindicando la figura de su denunciante, hoy más conocida por los psicólogos que por el público general.
El Museo Metropolitano de Arte (Met) cerró el lunes sus puertas antes de lo habitual para desplegar una alfombra roja entre valiosas antigüedades egipcias por donde pasó el elenco encabezado por Julia Roberts y el otro protagonista, Sean Penn, a los que se sumaron decenas de celebridades invitadas al primer visionado.
En Gaslit, Roberts interpreta a Martha Mitchell -esposa de John Mitchell, fiscal general y jefe de campaña del presidente Richard Nixon en 1972-, una figura compleja que dio con los indicios de lo que sería el caso Watergate, pero fue condenada al ostracismo por los republicanos y falleció de cáncer unos años después.
Luciendo su distintiva sonrisa y agarrada de la mano de Penn, su marido en la pequeña pantalla, la actriz llegó en el último momento vestida con un traje gris de pantalón corto y circunvaló a los medios que esperaban, haciendo solo una excepción con Starz, el canal productor de la serie.
«Creo que (Martha) es el hueso del melocotón al que nadie prestó nunca atención: todo el mundo se comió el melocotón y tiró el hueso. Nunca lo había explicado así», comentó entre risas Roberts, radiante en un traje gris de chaqueta con pantalón corto, camisa blanca y fajín.
Penn, irreconocible en la serie bajo capas de maquillaje y prótesis que le quitan pelo y añaden kilos, excepto por su mirada verde y su gesto facial característico, consideró que es el momento «oportuno» de recordar a esta figura olvidada, y un «recordatorio de cómo no se hacen las cosas».
La revisión que propone la serie a lo largo de ocho episodios va más allá del hecho histórico que desencadenó la dimisión de Nixon, tal y como adelanta su título (Gaslit o Luz de gas) que alude a un tipo de abuso psicológico en el que se lleva a la víctima a cuestionar su propia cordura.
Es lo que se sugiere que sufrió la «socialité» de Arkansas, a la que su marido ordenó encerrar en un hotel para evitar que hablara con la prensa, ya que había atado los cabos entre el robo en la sede del Comité Nacional Demócrata y el comité para la reelección de Nixon, que dirigía John Mitchell.
El subtítulo, «El ‘Watergate’ fue un error. Martha tenía razón», que adorna a partir del lunes algunos autobuses en la Gran Manzana, intenta corregir el entuerto que dio lugar al «efecto Martha Mitchell», como se conoce al error en el que un psicólogo califica de desvarío las percepciones reales de un paciente.
A eso aludieron también varios actores de reparto, como Chris Bauer (que interpreta James McCord), el exagente de la CIA detenido en el operativo de espionaje a dirigentes demócratas y que Martha reconoció como jefe de seguridad del comité en el que trabajaba su marido.
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«Estos hombres que intentaban racionalizar su andadura en el crimen (…) también rodearon colectivamente a Martha Mitchell, que estaba diciendo la verdad alto y claro, la silenciaron física y violentamente, y la denostaron como si estuviera loca», dijo el actor a Efe.
De manera similar se pronunció el actor Patton Oswalt, intérprete de quien fuera considerado el «verdugo» de Nixon, Chuck Colson, al que describió como un «verdadero creyente que era salvajemente incompetente, si es que se puede ser las dos cosas a la vez».
La serie, que se estrena el próximo 24 de abril en Starz, está dirigida por Matt Ross y basada en el podcast Slow Burn, en el que el periodista Leon Neyfakh indagó en los personajes olvidados y las tramas a las que considera no se prestó atención en el relato más conocido del escándalo.
Fuente: 2001