Apenas terminó de grabar en diciembre la telenovela Santa diabla, que produce la cadena Telemundo, la actriz venezolana Gaby Espino decidió dedicarse a disfrutar de sus hijos (Oriana, de 5 años, y Nickolas, de 1), de su esposo, el cantante Jencarlos Canela, y a preparar su próxima mudanza a la ciudad de Los Ángeles.
«Entregué cuerpo y alma a este proyecto de Santa diabla», dice Espino acerca de la telenovela que transmite Televen. «Fue bien fuerte. Eran entre 12 y 16 horas de trabajo diarias», confesó a People en Español. «Es duro salir en la mañana y que tus hijos estén durmiendo y cuando regresas de noche también están durmiendo».
Y aunque acaba de firmar contrato para grabar tres proyectos más con Telemundo, es un hecho que se marchará a Los Ángeles cuando Canela edite su próximo disco. «Definitivamente sí vamos a tener base en Los Ángeles y yo regresaré a Miami cuando tenga que hacer las novelas con Telemundo. Estaremos yendo y viniendo», cuenta.
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