Al acto han acudido el ministro del Interior Jorge Fernández y la canciller Angela Merkel
Están presentes asimismo los familiares de los 150 fallecidos en los Alpes franceses
La canciller Merkel (segunda por la izda.) y el presidente Gauck (segundo por la dcha.), en el funeral en Colonia. Afp
«La pregunta sobre por qué un Dios todopoderoso y que nos ama permite que sucedan cosas como esta forma parte de otra gran pregunta: sobre por qué los hombres hemos de sufrir y hemos de morir en esta tierra». Éstas son las palabras con las que el cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki, ha recibido este viernes a los grupos de familiares de las 150 víctimas del accidente de Germanwings. Woelki ha señalado que el objetivo de este acto ecuménico es recordar a las víctimas, pero tambien ayudar a los que se quedan a «encontrar sentido». El trágico suceso del Airbus A320 tuvo lugar el pasado 24 de marzo en Los Alpes franceses.
En el exterior de la catedral de Colonia se han instalado pantallas gigantes desde las que miles de personas siguen el acto, sumándose así a los 1.400 invitados con acceso a la catedral. Entre ellos se encuentra el alcalde de Haltern am See, la localidad que perdió a toda una clase de escolares de 15 años y a sus dos profesoras cuando volvían de un intercambio en España.
De nuestro país, la representación ha llegado de la mano delministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, mientras que de Francia ha acudido el secretario de Estado de Transportes Alain Vidalies. Por parte germana, las más altas representaciones: el presidente Joachim Gauck y la canciller Angela Merkel.
«La ciudad esta traumatizada. Poco a poco vamos logrando volver a la normalidad, a la rutina, pero seguimos teniendo la sensación de que nada es como antes», ha dicho antes de entrar al templo el alcalde Bodo Klimpel. «Agradecemos a las autoridades, a los máximos representantes del Estado y del Gobierno el que hayan acudido a esta ceremonia. Para las familias de los chicos significa mucho y esperamos que les sirva de alguna forma de consuelo», ha añadido.
Junto a los grupos de familiares hay además psicólogos que los han venido atendiendo durante las pasadas semanas, así como unos 50 voluntarios que han participado en las tareas de rescate de los cuerpos en los Alpes franceses. Adela Krauer, una de las psicólogas especializadas en estos duelos, destaca que «la posibilidad de celebrar actos como éste, en los que el proceso de duelo tiene la oportunidad de cerrar un círculo, de convertir la perdida en comunión con otros seres queridos, es muy importante para las víctimas».
«Es muy triste», comenta Lauren Schneider, un joven de 27 años que espera en la playa de la catedral para asistir al servicio ecuménico. «El día del accidente yo acababa de aterrizar de un viaje de vacaciones a España y seguí las noticias aterrorizado, pensando que podía haberme pasado. Hoy me gustaría estar cerca de las personas que tuvieron la mala suerte de perder de esta manera a una persona querida, aunque sea en la distancia», asegura.
Fuente: El mundo.es