Los hábitos de los habitantes de la capital venezolana han variado en los últimos años, incluso en sus costumbres fúnebres. Los usuales asaltos a funerarias hacen que los velorios nocturnos ahora terminen temprano porque familiares del muerto y sus amigos emprenden una carrera de huida temiendo la inseguridad callejera. Ya pocos se quedan de noche a acompañar el cuerpo de quien se ha ido de este mundo. Son cada vez menos las coronas de flores que llegan a los velatorios y la opción de la cremación ha ganado favoritos, especialmente por los altos costos de un entierro.
Por ello, en Caracas los cadáveres deben esperar turno de varios días para ser cremados. Y han llegado costumbres de otras tierras. Al mediodía del martes 25JUN13, en la Funeraria Valles de Caracas, los parientes de una fallecida le brindaron música mariachi y hasta bailaron con el féretro.
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