El ex mandatario, condenado a 25 años, concede una entrevista telefónica desde prisión retando a Ollanta Humala
El expresidente peruano Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, ha dejado atrás la imagen de fragilidad que ha presentado en sus últimas apariciones y ha retado al Gobierno de Ollanta Humala saltándose las normas carcelarias.
Después de que el tribunal que lo procesa por su presunta participación en la compra de la línea editorial de diarios sensacionalistas le llamará la atención por no prestar atención al desarrollo del juicio, Fujimori se desquitó en una entrevista en directo con una emisora de radio en la que declaró su inocencia tanto en ese caso como en otros por los que ya ha sido condenado.
Fujimori hizo estas declaraciones el jueves desde el teléfono público instalado en la enfermería de la prisión y acompañado por los congresistas Julio Gagó y Kenji Fujimori, su hijo menor, quienes se colocaron en la puerta para impedirla entrada de agentes penitenciarios mientras concedía la entrevista.
Las autoridades penitenciarias solicitaron cortar la línea del teléfono publico desde el que Fujimori hizo la entrevista y han adelantado que será sancionado y que el castigo se determinará en un plazo máximo de 15 días por las autoridades de la prisión.
La sanción puede implicar la restricción de sus comunicaciones con el exterior, a los días de visita e incluso puede suponer su aislamiento, así como su traslado a otro penal.
Pero el Gobierno peruano todavía no ha ofrecido ninguna reacción ni tampoco el Congreso se ha pronunciado sobre la actuación de los congresistas Gagó y Fujimori.
De esta manera, Fujimori vuelve a mostrar las garras al presidente Humala, quien le negó el indulto humanitario en junio pasado al tomar en cuenta las recomendaciones de la Comisión de Gracias Presidenciales, que evaluó el caso y señaló que no presentaba una enfermedad terminal ni transtornos mentales graves.
Fuente: ABC