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Frustradas por falta de orgasmos

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Frustradas por falta de orgasmos

La mayoría de las mujeres que sufren de trastorno orgásmico femenino o anorgasmia (incapacidad para conseguir orgasmos) no han explorado nunca su cuerpo, tienen ansiedad frente las relaciones y, por regla general, su formación sexual suele ser más bien pobre.

 

 

«Las mujeres que nunca han tenido un orgasmo a través del coito no conocen su cuerpo y, sobre todo, creen que, el conseguirlo o no, depende de su pareja cuando realmente cada uno somos también responsables de nuestro propio placer», asegura a ELMUNDO.es Carme Sánchez, psicóloga clínica, sexóloga y co-directora del Institut Clínic de Sexología de Barcelona.

 

 

Las mujeres que sufren de anorgasmia, explica, tienen un grado de ansiedad importante y vienen a consulta un tanto desconcertadas ya que jamás han tenido un orgasmo a través de la penetración, pero sí a través de otras prácticas sexuales, incluyendo la masturbación. «Lo más importante es aceptar que cada respuesta sexual es diferente», puntualiza.

 

 

La anorgasmia, aclara la experta, puede clasificarse en tres tipos: el trastorno orgásmico primario que se da en mujeres que nunca han tenido un orgasmo; el situacional, en donde el orgasmo se alcanza sólo en determinadas situaciones (durante la masturbación, pero no en pareja); y el adquirido, que se trata de mujeres que han tenido orgasmos pero, a partir de un determinado momento, dejan de tenerlos.

 

 

Según la última revisión sobre el tema, publicada en el último número de la revista ‘The Journal Sexual of Medicine’, se trata de la segunda disfunción sexual más frecuente en mujeres. A pesar de que el manual de Psiquiatría DSM-IV introduce la expresión de ‘malestar acusado’ para diagnosticar un caso de anorgasmia, en la práctica, es la palabra frustración o frustrante el término más común para describir las emociones asociadas de esta afección. Así lo muestra un reciente estudio en el que se evaluó a más de 200 mujeres con dificultad para alcanzar orgasmos, y el 67% de las encuestadas pronunció la frustración como principal sensación para describir su problema.

 

 

Así lo confirma también Sánchez, quien asegura que en consulta, efectivamente, es la frustración una de las sensaciones más frecuentes que tienen estas mujeres, pero también malestar emocional y abatimiento, además de que «puede desencadenar en otras disfunciones como falta de deseo y, a la larga, conflictos de pareja», agrega.

 

 

¿Por qué la anorgasmia
Es una de las disfunciones sexuales más frecuentes entre las mujeres, ocupando la segunda causa de consulta en los centros especializados en salud sexual. Según el consultorio ‘on line’ de Durex, el 28% de las preguntas relacionadas con problemas sexuales versa sobre las dificultades para conseguir un orgasmo, demanda que incluso que va por delante de las preguntas sobre disfunción eréctil.

 

 

Las cifras de referencia, aunque no se saben con seguridad, oscilan entre el 20-25% de las mujeres. Al menos, así lo muestra una revisión del año 2004 de 34 estudios de autores extranjeros especializados en el tema. Según otro estudio, centrado sólo en anorgasmia genital, realizado por el Instituto Kinsey (EEUU, uno de los centros de referencia en este campo), el 50-75% de las mujeres no tenían orgasmo en el coito pero sí con otras técnicas sexuales.

 

 

 

Tan sólo el 5% de esta afección proviene de causas orgánicas como son alteraciones neurológicas, diabetes, drogas, fármacos y enfermedades crónicas. Por su parte, los factores predisponentes para tener esta afección son: haber tenido una educación sexual inadecuada, sufrir actitudes negativas hacia la sexualidad, contar con una asertividad baja y una escasa comunicación sexual entre la pareja. «En la mayoría de los casos, el origen es psicológico y, sobre todo, proviene de una falta de conocimiento de la propia respuesta sexual de la mujer, tanto de la mujer como de su pareja», afirma. Por ello, es muy importante, insiste la especialista, que «se exploren, que se adentren en su cuerpo y que conozcan de lleno su respuesta sexual».

 

 

 

De hecho, para tratar un tema de anorgasmia en las consultas, hay que tener esta idea clara, además de seguir una serie de pasos. En primer lugar, se deben potenciar los aspectos positivos de la sexualidad y eliminar algunos tabúes, prejuicios y falacias sobre el orgasmo femenino tales como: «no hay mujer insatisfecha, sino hombres inexpertos», «el placer de la mujer es responsabilidad de su pareja» o «sólo se llega al clímax con el orgasmo vaginal».

 

 

Hay que informar bien, asegura Sánchez, sobre todos los aspectos de la sexualidad en sí y sobre la función del clítoris y el orgasmo en particular: «Las mujeres nacen con clítoris y por tanto con la capacidad de tener orgasmos». En segundo lugar, es muy importante la autoestimulación, tanto propia como de la pareja, y por último la capacitación orgásmica.

 

 

Este problema, concluye Sánchez, se puede tratar y tiene solución, por ello es fundamental «el autoconocimiento sexual, la propia satisfacción en las relaciones y, sobre todo, la comunicación con tu pareja a nivel sexual».

 

 

elmundo.es

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