Desde que hace unos meses Donald Trump anunció su postulación para convertirse en el candidato republicano a la Casa Blanca, la polémica rodea cada una de las apariciones públicas del multimillonario estadounidense
Cuando a principios de julio Trump visitó Los Ángeles (California), decenas de activistas protestaron contra el magnate frente al hotel donde este debía hablar, por sus controvertidas declaraciones sobre los inmigrantes mexicanos.
La hostilidad que había en la calle nada tuvo que ver con el caluroso recibimiento que le dieron a Trump los asistentes al evento, organizado por «Friends of Abe» (FOA, por sus siglas en inglés), un grupo semiclandestino formado por miembros de la industria de Hollywood de ideología conservadora.
El nombre de la organización -fundada hace una década- es un guiño al primer presidente republicano de EE.UU., Abraham Lincoln (1809-1865), al que se conoce con el apodo de Abe.
La identidad de los alrededor de 2.300 miembros de FOA es un secreto, aunque en los últimos años se han hecho públicos algunos nombres, como los de los actores Clint Easwood, Gary Sinise, John Voight o Kelsey Grammer.
Darse a conocer
¿Y por qué los integrantes de este grupo no quieren que se sepa quiénes son?
Es de sobras conocido que la industria del entretenimiento en EE.UU. es mayormente demócrata y liberal, y aquellos que comparten el ideario conservador temen que ello pueda dañar sus carreras.
Los eventos de FOA -en los que en el pasado han participado políticos republicanos como Marco Rubio, Ted Cruz, Paul Ryan, John Boehner o Dick Cheney- se celebran a puerta cerrada y sin la asistencia de la prensa.
Para los políticos republicanos es una manera de darse a conocer y lograr apoyos en Hollywood, con vistas a conseguir futuras donaciones para sus campañas.
Para lograr ser miembro de FOA, los aspirantes deben demostar su vinculación laboral industria del entretenimiento y su credenciales conservadoras.
En 2014 el gobierno estadounidense otorgó a este grupo en estatus de organización sin ánimo de lucro, lo que le da atractivas exenciones fiscales y no permite que apoye abiertamente a candidatos o haga donaciones a políticos.
«Voz minoritaria»
«Nuestro objetivo es proporcionar un lugar seguro en el que profesionales creativos de ideas similares puedan hacer amigos y saber más sobre el movimiento conservador», le dijo a BBC Mundo Jeremy Boreing, director ejecutivo de FOA.
«Es bien sabido que la cultura de Hollywood se decanta hacia la izquierda, lo que no significa que todos los que trabajan en la industria sean de izquierda. Proporcionamos un espacio para que un grupo de gente que se siente excluido de la cultura dominante, pueda expresarse», señaló Boreing a través de un correo electrónico.
Según el presidente de FOA, «Hollywood es una industria en la que nuestra voz es minoritaria y en la que una mayoría es muy abierta sobre sus valores».
«Todos los que trabajan en la industria han tomado algún tipo de riesgo (para lograr sus empleos), por lo que son reacios a añadir obstáculos innecesarios a sus carreras».
Boreing cree que ser conservador en Hollywood «tienen sus riesgos» como demostraría la existencia de la organización que dirige.
«La industria puede ser hostil con aquellos que no están de acuerdo con los valores dominantes».
«Los demócratas son mayoría»
Ted Johnson, editor de la revista Variety, señala que no le sorprende el secretismo que rodea a FOA ya que «es bien sabido que en Hollywood los demócratas son mayoría».
«Tan sólo hay que ver la lista de donaciones que se realizan a candidatos demócratas», apunta Johnson en conversación con BBC Mundo.
«Lo que hace FOA es dar a los republicanos un espacio en el que puedan compartir sus inquietudes sin tener miedo a repercusiones».
«En Hollywood existen reticencias entre los conservadores a hablar en público sobre su ideología. Si no eres una gran estrella y, por ejemplo, trabajas en los equipos de producción de las películas, existe el temor a que no te contraten», apunta el periodista de Variety.
«En esta industria son fundamentales las conexiones para lograr trabajo y todo es más fácil si eres demócrata, porque tienes acceso a más gente».
El guionista y columnista conservador David Stein abandonó FOA hace u tiempo por sus desavenencias con los responsables de la organización.
Según Stein, algunos miembros de FOA creen que todo el secretismo que rodea al grupo «es un poco absurdo y no están de acuerdo con la clandestinidad, ya que no piensan que les vayan a incluir en una lista negra».
«Eso crea divisiones entre los miembros», apunta Stein en conversación con BBC Mundo.
En cualquier caso, según Stein, son aquellos que tienen empleos más modestos, que dependen de los sindicatos para encontrar trabajo, lo que temen perder oportunidades de laborales.
«FOA tiene influencia porque da a políticos republicanos un espacio en el que darse a conocer y así poder recaudar dinero para sus campañas», señala.
En cuanto a Donald Trump, Stein asegura que su mensaje tuvo un gran eco entre algunos miembros de la organización.
«Sobre todo en cuestiones de inmigración, pese a que por lo general los miembros de FOE apoyan candidatos más moderados», apunta.
BBC Mundo