El estreno del Bayern Múnich de Josep Guardiola este fin de semana dejó entrever dos rasgos que marcarán la nueva etapa del club con el técnico español: el enlace de Franck Ribéry con Toni Kroos como eje ofensivo del equipo y el protagonismo que cobrarán los jóvenes talentos provenientes de la cantera.
«Guardiola nos dejó claro que para él también tienen mucho valor los juveniles», indicó Emre Can, volante de la selección alemana sub-21 a sus 19 años y titular este sábado en el amistoso con el que el Bayern abrió la era Guardiola goleando 15-1 ante el equipo bávaro de aficionados de Wildenau.
Desde el primer día, el ex técnico del Barcelona está tratando a los jóvenes talentos del club con la misma atención que a los futbolistas ya consagrados que vienen de ganar el histórico triplete de Liga, Copa y Liga de Campeones europea.
Antes de instalarse en Múnich, Guardiola envió una persona de confianza que estudió las inferiores del Bayern y le pasó informes de los jugadores. «De algunos me han hablado muy, muy bien», dijo el técnico en su presentación.
En esta primera semana de entrenamientos, la prensa alemana ha destacado cómo Guardiola dialoga mucho con Ribéry o con el capitán Philipp Lahm para ganar su confianza y complicidad.
Pero lo cierto es que también privilegia la comunicación con los jóvenes que suben de las categorías inferiores: los hace muy partícipes en los entrenamientos, los corrige, los ayuda a mejorar.
También de puertas adentro del vestuario hay otros detalles que confirman la especial importancia que merece para Guardiola el trato con los más jóvenes.
Ya no es sólo que desde su año sabático en Nueva York el técnico español revisara vídeos de los equipos sub-23 y sub-19 del Bayern, como elogió el director del fútbol formativo del club bávaro, Wolfgang Dremmler. También se interesa desde hace tiempo por memorizar sus nombres y apellidos.
Guardiola solicitó fotografías de sus jóvenes pupilos para ir familiarizándose con sus caras y, por supuesto, tuvo la sensibilidad de pedir que se le aclarara cómo se pronunciaban sus respectivos nombres.
Uno de los que realmente más cuesta de articular es el de Pierre-Emile Højbjerg. Este centrocampista danés de madre francesa es uno de los más prometedores aprendices de la escuela bávara.
En el primer partido contra el Wildenau, Højbjerg, de 17 años, fue el único en disputar los 90 minutos. Guardiola le corrigió mucho en su posición de pivote en el centro de la cancha, señal que confía mucho en él.
Corpulento, pero no especialmente atlético, el joven danés posee un control del balón y una inteligencia táctica claramente superior a los futbolistas de su edad y ante el Wildenau demostró su depurada técnica para distribuir el juego.
Con la mitad de la plantilla profesional aún ausente al encontrarse de vacaciones, lesionados o concentrados con sus respectivas selecciones, otros diamantes en bruto de la cantera del Bayern se reivindicaron en el primer amistoso ante 11.000 espectadores en Weiden, unos 200 kilómetros al noreste de Múnich.
El delantero centro Patrick Weihrauch marcó cuatro goles, mientras que los también atacantes Julien Green (3), Mitchell Weiser (2), Oliver Markoutz (1) y Vladimir Rankovic (1) también golearon. Todos sueñan con despuntar con Guardiola.
Al fin y al cabo, el Bayern fichó al ex entrenador del Barcelona no sólo por sus éxitos deportivos (14 títulos ganados de 19 posibles), sino por su trabajo en las divisiones inferiores.
El técnico español no sólo debe mantener el presente exitoso del Bayern, sino también contribuir a que el equipo forme sus propias estrellas, como hizo su Barcelona.
En cuatro años como entrenador del club catalán, Guardiola hizo debutar a 22 jóvenes de la cantera. Bajo su tutela, Pedro Rodríguez y Sergio Busquets pasaron de jugar en Tercera División a ser campeones del mundo y de Europa con la selección española. Un buen espejo para los incipientes talentos del Bayern. /JM
Fuente: Agencias