El papa Francisco, luego de confesar a cinco jóvenes que asistieron a la Jornada Mundial de la Juventud, en horas de la mañana de este viernes, se asomó en el balcón del Palacio Arzobispal de San Joaquín, en Río de Janeiro, para ofrecerle a los feligreses que se encontraban presentes en las inmediaciones, la oración del Ángelus, plegaria diaria de la Iglesia católica.
El sumo pontífice, además aseguró a los presentes que “los niños y los ancianos construyen la historia de los pueblos, lo niños porque la construirán, los ancianos porque con su sabiduría les enseñarán”.
Seguidamente, Francisco se reunirá con el comité central y con los 12 jóvenes con los que comparte esta jornada, para más tarde realizar en la playa de Copacabana un vía crucis.
Fuente: GV