El Papa mantuvo un encuentro oficial con Giorgio Napolitano, el presidente de Italia, en el que se refirió al difícil momento que atraviesa Europa.
«En este contexto no fácil es fundamental garantizar y desarrollar el conjunto de las instituciones democráticas, a las cuales en los decenios transcurridos contribuyeron en modo determinante, leal y creativo los católicos italianos», afirmó Francisco durante el encuentro.
También destacó la necesidad de que los gobiernos defiendan la libertad religiosa y de que, creyentes o no creyentes, colaboren para acabar con la crisis.
«En el mundo de hoy la libertad religiosa se afirma más de lo que se realiza, sufre amenazas de todo tipo y es violada continuamente», agregó.
La visita se produjo semanas después de que la crisis política italiana empezara a encauzarse tras la reelección del octogenario Napolitano como presidente y la nominación de Enrico Letta como primer ministro.
La última vez que el jefe de estado había visitado el Vaticano para reunirse con el papa había sido el 20 de noviembre de 2006, cuando se entrevistó con Benedicto XVI.
En el encuentro, inaugurado con un cálido apretón de manos, el Pontífice agradeció las primeras palabras de Napolitano, tras lo cual ambos ingresaron en la sala de la Biblioteca, donde mantuvieron un diálogo de 25 minutos.
Después de la reunión realizaron sendos discursos, algo inusual en las visitas de los mandatarios de otros países, pero que sí suele ocurrir en el caso de mandatarios italianos.
Fuente: Infobae
