Ciudad del Vaticano.- A partir de ahora en la Iglesia católica se celebrará como día festivo el 26 de septiembre, día del nacimiento de Giovanni Battista Montini
El papa Francisco y los casi 200 prelados de la Iglesia católica que participaron en el sínodo dedicado a la familia, entre posiciones muy divididas, cerraron filas este domingo para beatificar al pontífice Pablo VI durante una misa en la Plaza de San Pedro.
Durante la misa, en la que participaron miles de personas, los aplausos se multiplicaron cuando Francisco proclamó la fórmula que convierte en beato a Giovanni Battista Montini, el papa que estuvo al frente del Vaticano entre 1963 y 1978, y quien contribuyó a grandes reformas, sobre todo al concluir el Concilio Vaticano Segundo que había iniciado su antecesor Juan XXIII.
El papa Francisco citó unas palabras de Pablo VI cuando instituyó el sínodo de 1965 precisamente sobre el cambio: «Después de haber observado atentamente los signos de los tiempos, nos esforzamos por adaptar los métodos de apostolado a las múltiples necesidades de nuestro tiempo y a las nuevas condiciones de la sociedad».
El legado de Pablo VI es controvertido. Por un lado, los conservadores lo critican por llevar hasta el final el Concilio Vaticano Segundo y por aplicar sus reformas, sobre todo la abolición de la misa en latín y la apertura hacia otras confesiones, entre ellas el judaísmo. Mientras que por otro, los progresistas lo acusan de no haber ido demasiado lejos y de condena todo tipo de anticoncepción que no sea natural, sobre todo a la píldora.
Pero más allá de las diferencias, el papa Francisco elogió su figura como hombre humilde y profético: «En el momento en que estaba surgiendo una sociedad secularizada y hostil, supo conducir con sabiduría y con visión de futuro, y quizás en solitario, el timón de la barca de Pedro sin perder nunca la alegría y la fe en el Señor».
Para ser beatificado debe atribuírsele al aspirante al menos un milagro, en el caso del papa Pablo VI, se trata de la curación de un feto que sufría una grave malformación, y que según certificaron los expertos del Vaticano, nació sano después de que su madre le pidiera al Santo Padre su intercesión. La familia del niño, hoy de 13 años, ha pedido permanecer en el anonimato.
Fuente: DPA