El Gobierno francés se ha visto obligado a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento para este año, que se quedan en el 1 %, cuatro décimas menos que el objetivo hasta ahora, y eso va a conllevar un recorte «inmediato» del gasto público de 10.000 millones de euros.
El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, fue el encargado de anunciar este ajuste presupuestario este domingo, en una entrevista concedida al canal de televisión TF1, y de justificarlo «por responsabilidad» para poder mantener la meta de disminuir el déficit público al 4,4 % del producto Interior Bruto (PIB).
Le Maire se esforzó en señalar que, pese a la corrección a la baja de su proyección de crecimiento para alinearse a las previsiones de las grandes instituciones de prospección, seguirá siendo «positivo» y así va a tener en cuenta «el contexto político».
Un contexto, según el ministro, marcado por el impacto de la guerra de Ucrania, por el conflicto en Oriente Medio que está perturbando los flujos comerciales por el mar Rojo, por la recesión en Alemania, principal socio comercial de Francia, y por una ralentización de la actividad en China mayor de lo esperado.
En cuanto al mantenimiento del objetivo del déficit en el 4,4 %, subrayó que es para «mantener el control de nuestras finanzas públicas».
Además, subrayó que se ha optado por mantener la política de no subir los impuestos que viene aplicando el presidente francés, Emmanuel Macron, desde el comienzo de su primer mandato, en 2017 y aseguró que «no nos desmarcaremos de esa línea».
Recorte en gastos del presupuesto
Sobre las partidas a las que afectarán los recortes, precisó que todo el esfuerzo corresponderá a la Administración del Estado y que la Seguridad Social no se verá afectada.
De los 10.000 millones, 5.000 vendrán de ajustes en los gastos de funcionamiento de todos los ministerios, en función del peso que cada uno tiene en el presupuesto general.
Otros 1.000 millones se obtendrán por una disminución de las ayudas al desarrollo de los países pobres y también 1.000 millones por una menor dotación del llamado ‘plan renove’ para la renovación térmica de los edificios.
Igualmente tendrán que apretarse el cinturón decenas de agencias y de operadores estatales.
El ministro explicó que el Gobierno se guarda la posibilidad de elaborar un nuevo presupuesto en verano si las condiciones económicas cambian de aquí a entonces.
El presupuesto votado por el Parlamento para 2024 contemplaba un gasto de poco más de 453.000 millones de euros y esperaba casi 312.000 millones.
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