Este miércoles, el gobierno francés del conservador Michel Barnier cayó en una moción de censura que reunió 331 votos procedentes de la izquierda y la extrema derecha (bastaba con 288), tres meses después de su nombramiento para el cargo.
El exnegociador de la UE para el Brexit, que contaba solo con el apoyo de la derecha tradicional, macronistas y centristas, muy lejos de la mayoría absoluta, deberá ahora presentar la dimisión al presidente, Emmanuel Macron, y se convertirá en el más breve jefe del Ejecutivo desde la Segunda Guerra Mundial.
Hasta el último momento, Barnier trató de obtener apoyos para mantenerse en el cargo, pero la extrema derecha de Marine Le Pen le dio la espalda sobre los presupuestos y los socialistas no escucharon sus llamamientos a la responsabilidad.