La startup francesa Pi-Pop presenta una bicicleta eléctrica innovadora que se centra en el uso de supercondensadores en lugar de baterías para un viaje más eficiente y sobre todo ecológico.
En la actualidad las bicicletas eléctricas se han ganado el corazón de muchos, pero parece que este campo no está exento de nuevas y grandes innovaciones. La startup francesa Pi-Pop ha dado un paso revolucionario al presentar la primera bicicleta eléctrica sin batería.
En un mercado repleto de bicicletas eléctricas donde a menudo los ciclistas se preocupan por la autonomía de esta forma de transporte diario y la necesidad constante de cargarlas, surge esta novedad francesa.
¿Cómo lo logra? Gracias a los supercondensadores, esta bicicleta no solo reduce la dependencia de las baterías de litio, sino que también promete una experiencia de conducción sin interrupciones.
Al funcionar con supercondensadores, la bicicleta almacena y libera energía en función del esfuerzo del ciclista. En pocas palabras, cuanto más pedaleas, más energía acumulas en el supercondensador, lo que se traduce en un rango de autonomía mayor.
Ya no tendrás que preocuparte por olvidar cargar la batería de tu bicicleta eléctrica
Aunque esta tecnología no es completamente nueva, su aplicación en bicicletas eléctricas marca un gran punto de cambio en la movilidad sostenible.
Los supercondensadores, que han estado en uso desde finales de la década de 1970, se han empleado en diversos sectores tecnológicos, desde sistemas fotovoltaicos hasta cámaras digitales. Ahora, Pi-Pop los utiliza para revolucionar las bicicletas eléctricas. Más allá de la autonomía, el aspecto ecológico también se encuentra en el centro de la filosofía de Pi-Pop.
pi-pop
Los supercondensadores están hechos de materiales comunes y fácilmente reciclables como aluminio, carbono, celulosa y polímeros. Esto asegura que la producción de estos vehículos sea algo más respetuosa con el medio ambiente y que la cantidad de residuos sea mínima.
Además, los supercondensadores tienen una vida útil mucho más larga que las baterías de litio convencionales —entre 10 y 15 años frente a los 6 de las baterías de litio—, lo que contribuye aún más a la sostenibilidad del producto.
En términos de diseño y rendimiento, la bicicleta eléctrica Pi-Pop no decepciona. Con un peso de solo 21,7 kilogramos y un diseño en blanco, es una opción accesible para todo tipo de ciclistas. Su motor de 250 W y 45 nm proporciona asistencia eléctrica hasta velocidades de 25 km/h.
La bicicleta eléctrica Pi-Pop se vende por 2.450€ y promete una experiencia de conducción sin preocupaciones. Además, su producción local en Orleans, Francia, subraya la importancia de la creación de empleo y la producción sostenible. En la actualidad, produce 100 bicicletas al mes, aunque en el futuro, la empresa aspira a producir 1.000 bicicletas mensuales para 2024.
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