La Asamblea Nacional francesa votará hoy, por segunda y definitiva vez, el proyecto de ley que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Los diputados darán así luz verde a una polémica ley impulsada por el presidente socialista, François Hollande, y que ha provocado una intensa protesta entre sus detractores, que se han ido radicalizando a medida que se agotaba el debate parlamentario.
Al goteo de manifestaciones que han tenido lugar cada día en las últimas fechas hay que sumar algunos incidentes, como la carta con pólvora que recibió ayer el presidente de la Asamblea, el acoso que han sufrido algunos ministros en sus domicilios o en actos públicos, y algunas agresiones a homosexuales y periodistas favorables al cambio legislativo.
Además, quienes se oponen a que se autorice el matrimonio homosexual han convocado una nueva concentración para el próximo día 5, víspera del aniversario de la elección de Hollande como presidente, y otra para el 26 de mayo, día de la madre en Francia.
Los conservadores de la UMP, por su parte, han anunciado que recurrirán el texto ante el Consejo Constitucional y que, de ganar las elecciones de 2017, convocarán un referéndum sobre el asunto.
Si la ley logra hoy el voto de la mayoría de los diputados, como está previsto, Francia se habrá convertido en el décimo cuarto país que autoriza a casarse a personas del mismo sexo, opción que se abrió en 2001 en Holanda y que posteriormente adoptaron Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Argentina, Islandia y Dinamarca.
Uruguay y Nueva Zelanda se han sumado este año y el Reino Unido tiene muy avanzado el trámite parlamentario para unirse al grupo, en el que también están una decena de estados de Estados Unidos, algunos de Brasil y de México.
Fuente: ÚN