Tras la identificación de las víctimas del incendio en los calabozos de una estación policial que dejó 68 muertos, las autoridades venezolanas iniciaron el jueves el proceso de notificación a los familiares mientras organizaciones humanitarias y opositores exigieron una exhaustiva investigación.
Félix Bruguera indicó que funcionarios arribaron la mañana del jueves a su casa para informarle que su hijo Eduardo, de 25 años, está entre las personas que perecieron la víspera en el incendio ocurrido en las celdas del comando general de la policía del estado central de Carabobo.
El joven estaba detenido desde hace cuatro meses por el supuesto robo de un teléfono móvil.
Bruguera responsabilizó a la policía por la muerte de su hijo y dijo, desde las afueras del comando policial, que “esto no es justicia”.
Unas 75 personas permanecían aglomeradas a las afueras de la instalación policial, ubicada en el centro de la ciudad industrial de Valencia, donde aún se percibe el olor que dejó el incendio.
“Quiero justicia para mi hijo”, expresó Rocky Valera al protestar por la muerte de su hijo, de 27 años, quien estaba detenido en el centro policial señalado de posesión ilegal de un fusil. “Los que hicieron esto tienen que pagarlo”, agregó.
Voz de América
Reuters