El presidente ruso Vladimir Putin fue la máxima atracción en uno de los clubes nocturnos más populares de Sochi 2014, donde festejó la consagración del equipo de patinaje artístico, ganador de la primera medalla de oro de Rusia en los Juegos Olímpicos de Invierno.
Putin pasó un rato en la Casa Holanda de Heineken, donde compartió una cerveza con los reyes Guillermo y Máxima.
Según informó el Wall Street Journal, Putin «dejó el área VIP alrededor de las 23:45, saludó a algunos fans y se metió en un coche negro». El rotativo agrega que antes había estado en otro establecimiento, el Austria Tirol House.
Ireen Wust, la holandesa que se encontraba festejando su flamante título en los 3.000 metros del patinaje de velocidad, fue una de las afortunadas que recibió las felicitaciones del mandatario local.
«Me felicitó y me preguntó si todo estaba bien en Rusia y lo felicité, porque (la rusa) Olga Graf había quedado tercera (en los 3.000 metros). Estaba contento de verme, pero se tenía que ir. Pero nos dimos un abrazo», dijo Wust a la televisora holandesa NOS.
La Casa Holanda de Heineken se ha ganado fama de ser uno de los sitios más populares de fiesta en recientes Juegos Olímpicos, con música en vivo y mucha cerveza para festejar cuando un atleta holandés ha brillado.
Una serie de recientes incidentes ha afectado las relaciones entre Holanda y Rusia, incluyendo el arresto de un diplomático por la policía en La Haya y la detención de un barco con bandera holandesa y su tripulación que realizaba una protesta. A pesar de ello, no se notó ninguna señal de tensión cuando Putin llegó al sitio.
Fuente: Agencias