El Fondo Monetario Internacional (FMI) alabó hoy los “encomiables esfuerzos de Colombia por integrar a los inmigrantes venezolanos” quienes, dijo, están estimulando la actividad económica local sin que haya evidencias de desplazamiento laboral local.
“Con la llegada de más de 2 millones de personas en los últimos años, la sociedad colombiana ha demostrado un compromiso y apoyo ejemplar con los inmigrantes vulnerables” venezolanos, que ha estimulado el crecimiento de la economía “en aproximadamente un 0,25 por ciento el año pasado”, aseguró este viernes el FMI en un comunicado al término de la revisión anual de la economía colombiana.
Pese a que reconoce que la inmigración venezolana también ha ocasionado unos costes fiscales anuales de “alrededor de un 0,25 por ciento del PIB en el corto plazo”, el organismo asegura que se espera que esos costos vayan disminuyendo “a medida que los inmigrantes se integren a la economía”.
Para esto último, recordó el Fondo, los inmigrantes están asistidos por la reciente expansión de los programas de permisos especiales de trabajo y permanencia en el país.
El flujo de migrantes, además, “ha sido absorbido en gran parte por el sector informal, mostrando hasta ahora poca evidencia de desplazamiento laboral”, indica el informe sobre los efectos en el mercado laboral local, que el FMI consideró que continuó siendo débil en 2019..
La institución financiera internacional dirigida por Kristalina Georgieva también anticipó que la migración venezolana continuará siendo “un motor de crecimiento para Colombia, donde el grado de ganancias potenciales dependerán de la velocidad con la que los migrantes se integren a la economía formal.
El informe, que prevé un crecimiento del PIB del 3,4 % para este año, levemente superior al 3,3 de 2019, aseguró que se espera que la inmigración sostenida, las remesas del exterior así como las condiciones monetarias y crediticias acomodaticias continuarán “sosteniendo la demanda privada interna, incluyendo la creciente inversión”.
Se calcula que los venezolanos que se han establecido en Colombia, huyendo de la crisis política, económica y social de su país, pudieran alcanzar el millón y medio, conviertiéndose en su primer país de acogida.
EFE