La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
La jefa del Fondo Monetario Internacional advirtió este jueves que la invasión rusa en Ucrania está debilitando las perspectivas económicas de la mayoría de los países del mundo y calificó la fuerte inflación como “un peligro claro y presente” para la economía mundial.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que las consecuencias de la invasión rusa están contribuyendo a la degradación económica de 143 países, aunque la mayoría de ellos debería seguir creciendo. La guerra ha interrumpido el comercio mundial de energía y cereales y amenaza con causar escasez de alimentos en África y Oriente.
Las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial serán la próxima semana en Washington.
Una recuperación inesperadamente fuerte tras la recesión causada por la pandemia de coronavirus ha tomado por sorpresa a las empresas, dejando a las fábricas, los puertos y los patios de carga incapaces de mantenerse al día con la sólida demanda de los clientes y elevando los precios.
La inflación crónicamente alta, que está obligando a los bancos centrales del mundo a aumentar las tasas de interés y probablemente a desacelerar el crecimiento económico en el proceso, equivale a “un revés masivo para la recuperación global”, agregó Georgieva.
La directora también advirtió sobre “la fragmentación de la economía mundial en bloques geopolíticos”, con Occidente imponiendo sanciones de gran alcance a Rusia y China expresando su apoyo al régimen autocrático ruso del presidente Vladimir Putin.
“En un mundo donde la guerra en Europa genera hambre en África; donde una pandemia puede dar la vuelta al mundo en días y repercutir durante años; donde las emisiones en cualquier lugar significan un aumento del nivel del mar en casi todas partes, la amenaza para nuestra prosperidad colectiva de una ruptura en la cooperación global no puede ser exagerada”, advirtió Georgieva.
Antes de la guerra, Rusia y Ucrania suministraban el 28% de las exportaciones mundiales de trigo. Además, Rusia y Bielorrusia representaron el 40% de las exportaciones de potasa, un fertilizante.
“Ahora, los precios de los granos y el maíz se están disparando y los líderes de África y Medio Oriente me dicen que los suministros se están agotando. La inseguridad alimentaria es una preocupación grave”, añadió Georgieva.
La funcionaria hizo un llamado para que el mundo apoye a los ucranianos y señaló que el FMI entregó 1.400 millones de dólares en financiamiento de emergencia a Ucrania. También ofrece asistencia a las naciones vecinas de Ucrania, entre ellas Moldavia, que ha aceptado a más de 400.000 refugiados ucranianos.
AP