La Fiscalía de Bari ha concluido la investigación sobre el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi por supuesta inducción al falso testimonio al empresario Giampaolo Tarantini, para que no revelase los detalles sobre cómo conseguía a las chicas para sus fiestas.
Según informan hoy los medios de comunicación italianos, el cierre de las pesquisas ya ha sido notificado a los implicados, cuyos abogados deberán evaluar si solicitan nuevos interrogatorios o presentan nuevas pruebas, y se trata de un paso necesario antes de que se pueda pedir el enjuiciamiento.
El escándalo por las fiestas con prostitutas celebradas en las residencias de Berlusconi en Roma y Cerdeña salió a la luz cuando el 22 de junio de 2009 el diario «La Repubblica» informó de que la Fiscalía de Bari investigaba esos encuentros por supuesta inducción a la prostitución y precedió al otro escándalo de índole sexual en el que se ha visto implicado el político por el llamado caso Ruby.
Entonces se indicó a Tarantini como la persona encargada de reclutar a las jóvenes que asistían a las fiestas, entre ellas la prostituta de lujo Patrizia D’Addario.
En agosto de 2011 se conoció que la Fiscalía de Nápoles investigaba, por su parte, la posibilidad de que Berlusconi hubiera sido víctima de un chantaje con motivo de sus fiestas privadas.
Por esta investigación fueron detenidos y después puestos en libertad Tarantini junto con su esposa, así como el editor y colaborador de Berlusconi Valter Lavitola, tras pasar ocho meses huido en Latinoamérica.
Las pesquisas comenzaron en Nápoles, pero después se decidió que la Fiscalía competente para continuar con las mismas era la de Bari y se estableció una nueva línea de investigación centrada en la hipótesis de un supuesto delito de inducción a falso testimonio por parte de Berlusconi.
Los fiscales de Bari sostienen, según informan los diarios «La Repubblica» y «Corriere della Sera», que Berlusconi supuestamente pagó a algunas de las chicas que Tarantini llevó a sus fiestas a cambio de relaciones sexuales.
Posteriormente, en calidad de primer ministro, medió con la Protección Civil y la empresa Finmeccanica (con participación estatal) para lograr que otorgaran al empresario contratos, aunque finalmente no los obtuvo por estar bajo investigación.
Asimismo, sostienen que el ahora ex primer ministro pagó, con la intermediación de Lavitola, unos 500.000 euros a Tarantini, para que éste afirmase en sus declaraciones a los investigadores que Berlusconi desconocía que las chicas que él reclutaba para sus fiestas privadas eran prostitutas.
Berlusconi siempre mantuvo que ese dinero era una ayuda a una familia en apuros, mientras que Tarantini aseguró que pidió 500.000 euros a «Il Cavaliere» para iniciar un negocio, mientras que la renta mensual que éste le facilitaba era para satisfacer sus «necesidades de vida».
Este nuevo revés se suma al recibido ayer, cuando los jueces de Milán que condenaron a tres de los colaboradores de Berlusconi por el caso Ruby, en el que el exmandatario está acusado de inducción a la prostitución de menores y abuso de poder, pidieron a la Fiscalía que investigue si «Il Cavaliere» y sus abogados pudieron cometer un delito de falso testimonio durante el juicio.
Fuente: Globovisión