Pese a que desde el Gobierno, la Asamblea Nacional y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) han pasado las últimas semanas acusándola de querer asesinar al presidente Nicolás Maduro, el Ministerio Público todavía no sospecha que la removida diputada María Corina Machado esté detrás de semejante conjura.
«La Fiscalía desde el primer momento insistió en que es una testigo y que ella no está siendo investigada», afirmó el abogado de la dirigente opositora, Jesús Loreto, a la salida de la extensa declaración que ayer rindió ante la fiscal Katherine Harrington y la cual se prolongó por casi siete horas.
Prueba de que Machado no está siendo investigada es que no le permitieron que durante la entrevista estuviera acompañada por sus representantes legales, tampoco le permitieron revisar el expediente ni le aceptaron un documento que llevó.
«La fiscal Harrington no le permitió consignar el escrito de cinco puntos porque dijo que ella no era parte, porque no era víctima ni imputado sino una testigo y por lo tanto no le podía dar el expediente ni aceptarle ningún escrito», precisó Loreto, quien confirmó que no pudo estar presente durante el interrogatorio a la legisladora removida.
La posición del Ministerio Público es llamativa, por cuanto los supuestos correos que involucrarían a Machado en la conjura, los cuales difundió el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, formarían parte de una investigación que desde marzo pasado conduce ese organismo.
Fuentes del despacho dirigido por Luisa Ortega Díaz revelaron que el cuestionario que le aplicaron a la opositora constaba de 60 preguntas, entre las cuales figuraban varias relacionadas con supuestos complots que el Gobierno ha develado en el pasado y por los cuales hasta ahora nadie ha sido enjuiciado ni condenado.
A su salida Machado aseguró que «dije la verdad» y se mostró sorprendida por la actitud de la Fiscalía para con ella, pues «fue evidente que estoy siendo objeto de una investigación, porque mis comunicaciones han sido intervenidas, pero no he tenido derecho a la defensa».
«Estoy decidida a seguir trabajando porque podemos vivir en un país libre y conquistar la democracia», precisó.
Acompañada y vigilada
Machado se presentó en la sede del Ministerio Público de la avenida Urdaneta pasadas las 9 am y allí fue recibida por un grupo de simpatizantes, colaboradores y colegas opositores quienes le mostraron su apoyo.
Sin embargo, el número de afectos era superado por el de efectivos de la Guardia Nacional con equipos antimotines, los cuales no solo resguardaron el edificio a donde la removida diputada acudió sino que también cortaron el tráfico por dos calles de La Candelaria.
En el paseo Los Caobos, por su parte, una decena de vehículos blindados más aguardaban y en la avenida Bolívar se observó un inusual despliegue de la Policía Nacional. No obstante, ni los policías ni militares tuvieron que actuar porque la espera por Machado se desarrolló en paz.
Para el exdecano de la Facultad de Ciencias Políticas y Jurídicas de la Universidad Central de Venezuela y para la magistrada emérita del Tribunal Supremo, Alberto Arteaga y Blanca Mármol, respectivamente, este proceso «no tiene pies ni cabeza» y simplemente es un «show» que busca «amedrentar a otra voz disidente».
«Gobierno ha perdido apoyo»
Posteriormente, en horas de la noche, Machado aseguró que «mentiras y falsedades» cubren el proceso que se sigue sobre el caso del supuesto plan magnicida y que ello también implica a las acusaciones que se le han formulado.
«Producto de este colapso, el régimen ha perdido apoyo de la población venezolana», dijo en el programa Conclusiones en CNN en Español, reiterando que sigue siendo diputada a la Asamblea Nacional.
«Estoy dispuesta a aprovechar cada rendija que se presente para alzar mi voz contra lo que está ocurriendo», dijo.
JUAN FRANCISCO ALONSO | EL UNIVERSAL
